Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

miércoles, 30 de noviembre de 2016

12

Fueron 12 horas
12 campanadas y 12 campanas.

El mundo se fue al abismo en 12 pasos.
El amor se cayó a pedazos
y la bandera del odio se izó al viento.
Fue a un hombre estúpido al que le dimos los rezos
y las plegarias puras, desaparecieron.

La compasión estaba pidiendo limosna
y negamos con fervor la sangre dentro de nuestro cuerpo.
El niño cambió la inocencia por la fruta y el vino
y de oro y plata se hicieron los ruegos.

La soledad se plantó en un mar de letras,
ya nadie comprendió a los poetas.
La risa se hizo violenta
y las sábanas espesas.

Fueron 12
12 pasos del hombre.
12 voces.
12 horas.


12 días…


A.I. Mendoza Seda

lunes, 28 de noviembre de 2016

Nadie, ninguno, nada...

Hay una roca que se arrastra por la marea
gastada, baila, cansada entre el devenir de las olas.
Entre el sonido estridente 
su agonía es muda,
su pesado andar es invisible
inexistente,
no importa.

Entre el espeso bosque que hay una mariposa que muere
su aleteo es lento
cansada se posa
entre los arboles de tibia corteza
bañada por el sol.

Su pesar es nulo,
ligero
inexistente
no importa.

No nos importa el perro que muere cuando nadie lo esta viendo
ni el gato que maúlla cuando nadie lo esta escuchando,
la muralla china fue construida hace tantos años, 
a nadie le importa que había en las manos del obrero,
sangre, gloria, amor...

El amor es un ente sin voz que anda
miope, como una enredadera
aferrándose a lo mas cercano
creciendo descontroladamente
pidiendo cada vez más
necesitado
desesperado
abrumador...

Logrará derrumbar un muro tarde o temprano...

A nadie le importan las lagrimas que no pueden contarse,
ni las propias.

A nadie nos importa nadie.

Nada importa nada.

Nada, ni siquiera al mundo.


Gato Negro





viernes, 25 de noviembre de 2016

A paso rápido: Mentira.

Vivimos entre ella, desde la mas inocente hasta la mas seria, se desliza sigilosamente, imperceptible a veces, bajo ese rostro tramposo.

La Mentira es una practica tan común como comer, tanto que incluso se asegura forma parte de el desarrollo de un cerebro sano, y de un comportamiento social correcto. 

A menudo la imagino como una niña traviesa y tímida, que corre de un lugar a otro intentando que no la vean, descalza y sucia, ha sido estigmatizada, haga lo que haga es mala, o al menos eso nos hicieron creer. Al final, después de tanto tiempo, nos percatamos que en realidad es asustadiza y nerviosa, hace tonterías cuando creen que van a encontrarla, da vueltas y vueltas, dramáticamente, fingiendo ser Demencia. Sabe bien que en el momento en que veamos su rostro, vamos a apedrearla.

Sin embargo pese a su carácter reprobable y las consecuencias de sus actos, como una persona tiene su lado bueno y malo, y muchas veces descubrimos que tiene una naturaleza en verdad noble. 

Crucificada...
                      Condenada...
                                            Incomprendida...

Es como ese ser que nunca deseo venir al mundo, que fue creado, en la marea, en la mente y el cuerpo de alguien, y que ahora simplemente existe, perdida, usada y negada.

Trágica...

Aún con ello, a veces sus manos temblorosas se acercan apagando el fuego de nuestros pensamientos con su frialdad, abrazándonos tiernamente, susurrando palabras de consuelo, que aun cuando pueden ser no ciertas, por un momento nos brinda Paz. Nos protege...

Así es ella, cambiante como la luna...

                                                         Menguante y creciente...

Hasta que en un momento de lucidez, entre gritos y llanto, o una expresión de soberbia, la echamos de nuestra vida. Así vive ella...

Trágica y escondida...

                                                                      Siempre...


Gato Negro

A paso rápido: Mentira.

Vivimos entre ella, desde la mas inocente hasta la mas seria, se desliza sigilosamente, imperceptible a veces, bajo ese rostro tramposo.

La Mentira es una practica tan común como comer, tanto que incluso se asegura forma parte de el desarrollo de un cerebro sano, y de un comportamiento social correcto. 

A menudo la imagino como una niña traviesa y tímida, que corre de un lugar a otro intentando que no la vean, descalza y sucia, ha sido estigmatizada, haga lo que haga es mala, o al menos eso nos hicieron creer. Al final, después de tanto tiempo, nos percatamos que en realidad es asustadiza y nerviosa, hace tonterías cuando creen que van a encontrarla, da vueltas y vueltas, dramáticamente, fingiendo ser Demencia. Sabe bien que en el momento en que veamos su rostro, vamos a apedrearla.

Sin embargo pese a su carácter reprobable y las consecuencias de sus actos, como una persona tiene su lado bueno y malo, y muchas veces descubrimos que tiene una naturaleza en verdad noble. 

Crucificada...
                      Condenada...
                                            Incomprendida...

Es como ese ser que nunca deseo venir al mundo, que fue creado, en la marea, en la mente y el cuerpo de alguien, y que ahora simplemente existe, perdida, usada y negada.

Trágica...

Aún con ello, a veces sus manos temblorosas se acercan apagando el fuego de nuestros pensamientos con su frialdad, abrazándonos tiernamente, susurrando palabras de consuelo, que aun cuando pueden ser no ciertas, por un momento nos brinda Paz. Nos protege...

Así es ella, cambiante como la luna...

                                                         Menguante y creciente...

Hasta que en un momento de lucidez, entre gritos y llanto, o una expresión de soberbia, la echamos de nuestra vida. Así vive ella...

Trágica y escondida...

                                                                      Siempre...


Gato Negro

lunes, 21 de noviembre de 2016

Memorias

El primer recuerdo que tengo es preguntando mi nombre.

        La constitución de la memoria tiene una forma personalizada, se puede calcular dependiendo de la edad y la formación del cerebro. Los recuerdos son escurridizos; entre luces y sombras, entre manos y cuerpos sin rostro y nada alrededor, remembramos sentimientos y palabras.

        Para pocos, extremadamente raros, es posible recordar los días de su vida, las fechas pasan en risas y llantos, entre preocupaciones y alegrías y muchas veces en caminos largos de parcos pensamientos. La educación hace parte del trabajo, adentrándonos en un sistema que ordena nuestra vida en un horario, en un salón de clases y caras conocidas. Mucho de lo que aprendemos en la escuela es olvidado, igual que ese tiempo, horas de letras y dictados, de risas y recados, de malestar, de sueño y uniformes.

        La globalización ha echado a perder el carácter espontáneo de la vida, ya no trascurrimos de la forma natural, buscando que hacer; ahora somos obligados a eso, desperdiciamos tiempo, la vida que se nos fue dada se nos va en obligaciones, en aquello que nos dicen es necesario. De manera preciada, guardamos solo esos recuerdos, de esos días distintos, de esos momentos que por un momento nos recordaron que éramos libres.

        Si pudiese redactar todas las memorias de mi vida, tan aburridas o interesantes como puedan ser, bastaría un solo libro para hacerlo, un libro que aunque fuese del tamaño de una biblia, no alcanzaría a cubrir una hoja por cada día de mi vida. ¿Cuántas horas he vivido? Puedo relatar en un cuento la acción de medio día y sin embargo la memoria esta limitada a olvidar cosas. ¿Qué habrá pasado el 21 de noviembre del año 2005 en mi vida? Qué habré hecho el año pasado siquiera, no puedo recordarlo.

        Tener la sensación de estar pasando el tiempo sólo por pasarlo tiene repercusiones agridulces, como todo demás organismo mi tiempo terminará en algún  momento. ¿Se preocupa el árbol de la misma forma? Por qué es importante entonces.

        En la bastedad de conexiones eléctricas se nos permite guardar pequeñas cajitas, en donde metemos un botón o un aroma, un sabor y una lágrima; son pequeños tesoros esparcidos en un montón de estímulos irrelevantes. La vida es un mundo de escándalos... Siempre lo ha sido, siempre lo será, estamos hechos para vivir y recordar y ser recordados, por breves instantes o por uno solo, uno que marcó la valía de nuestra vida entera, en nuestros pies y nuestros ojos, o en el universo entero.


Un parpadeo... Somos un instante.



A.I. Mendoza Seda

miércoles, 16 de noviembre de 2016

A paso rápido: Amable

Hoy en día pasamos de rostro en rostro como en una galería de largos pasillos, al llegar al final olvidamos como lucía la primera pintura.

        Los rostros de las personas se componen por un montón de medidas naturales, la biología hace de nosotros un ser adaptable. Ni el perro ni el cerdo se observan unos a otros, meditando en quien tiene el hocico mas ancho ni las orejas mas largas, pero el ser humano si lo hace y de vez en cuando nos sentimos con el derecho
al menos para nosotros mismos de juzgar la apariencia de alguien.

        Desarrollamos este comportamiento de convivencias hipócritas,  conductas y palabras que aprendemos a callar y decir solo lo que "debe ser dicho". Qué sería de la amabilidad si también fuese sincera, si en vez de quedarnos mirando nos atreviéramos a decirle a esa persona, "se te notan los calzones" no es amable acaso ¿hacer saber de una situación que desfavorece a otra persona? 

        Involucrar reacciones anímicas que afectan a otra persona de forma negativa se considera grosero. A qué se limita entonces la amabilidad de las personas.

Confort. Empatía, simpatía.... Sinceridad...

        Fijando mis ojos descubro las muecas, me percato que la amabilidad es casi una ciencia en estos días. Un carácter voluble cuya interpretación cambia de persona en persona.


        Aun cuando no amamos, es amable no rechazar cruelmente el corazón que se te ha dado sinceramente. No es acaso más amable, ¿no dejar que ese amor siga creciendo?



A.I. Mendoza Seda


martes, 8 de noviembre de 2016

Tormenta

La mañana lluviosa.

Amanece tu imagen
se forma en mi pensamiento al compás de gotas de lluvia
miro caer a través de la ventana
Imagino...

Son pequeños diamantes que el cielo da a las flores.

El verde de las plantas resplandece
en la niebla siento que veo a la tierra y al cielo unirse
a lo lejos siento los colores moverse
con cada gota que cae
siento que estás por llegar.

Quisiera que estuvieses a mi lado
mostrarte el azul del que miro este cielo
la melodía de la mañana que veo.

El cielo que felizmente sonríe
los pájaros que vuelan
a pesar de que el día no para de llorar
el frío trae tu recuerdo a mi mente,
y el día se llena de luz.

Toma mi mano
en el viaje que estoy realizando.

El día y la noche 
entre las nubes oscuras imagino tus ojos en mí
ven a mí
dentro de una flor que nazca en mi pecho.


Gato Negro


miércoles, 2 de noviembre de 2016

A paso rápido: Amada Catrina.

Este día se viste de gala una dama muy fina, muy cerca a lo que un pueblo mira como una reina, pues en su cabeza se posa altivo un gran sombrero coronado de flores. Sus ojos profundos se sombrean con pétalos coloridos, y en su boca firme se dibujan las lineas sinuosas de los labios ansiados. En su cuello delgado cuelgan grandes collares de perlas y de en su cuerpo estilizado se ciñe un hermoso vestido de terciopelo y encajes; dicen que esta dama tiene la cintura mas pequeña del mundo, y que sus piernas largas no necesitan de tacones para repicar, pero aun así vanidosa utiliza las zapatillas, para aun más altiva dejar ver su belleza. Su rostro es blanco, y el resto de su cuerpo también, tan liso y delineado que parece hecha de marfil y perla. Es amada, la mujer que conquistó la misma muerte, llevándose a los enfermos y accidentados con un dulce beso, con una hermosa imagen seductora y hermosa.

Su nombre pudiera venir de tierras frías y lejanas, y alude a su naturaleza inamovible, inalcanzable, cristalina e intachable. Hemos sido afortunados, los que en desvelos hemos imaginado sus palabras, pues es dama misteriosa, y sus palabras son parcas y sus sonrisas son pocas. Más este día sale a las calles y visita nuestras casas, y es nada menos que la mas importante invitada, entre flores amarillas y perfumadas, y entre intrincados tapetes de madera, entre platillos deliciosos, cabezas de azúcar y la luz de las velas, se posa tranquila mostrándonos su obra.

Genial artista, prodigio de la ilusión y la dulzura cruel, amada dama por los mexicanos, amada dama por los vivos, por los esclavos y los ricos, amada dama por un pueblo y el mundo entero, amada dama por la cera y el copal, amada por la muerte...




Gato Negro