La entrega de las películas de
superhéroes de Marvel ya lleva varias semanas en cartelera, pero más allá de eso
¿hemos pensado en lo que existe detrás del contexto deslumbrante de efectos
especiales y mercadotecnia de Civil War?...
La trama explicada a manera somera,
enfrenta a dos superhéroes en un conflicto de naturaleza política, en dónde detrás
del encanto de las grandes hazañas, queda por ver el daño colateral que las
batallas dejaron atrás. Así nace el Acuerdo de Sokovia; básicamente una serie
de reglas —o restricciones— que
limitan el poder del Superhéroe a supervisión de las Naciones Unidas, haciendo a
estas responsables de las misiones en las que intervienen y de cuando deben
hacerlo.
Los pros y contras del contrato quedan plasmados
dentro del argumento de la película, especialmente cuando son estos, Los
Vengadores, sacan a relucir en su dialogo las ventajas que puede tener el
firmar el acuerdo, enfrentando el deber, con el poder, el elemento de la
causalidad, con el libre albedrio, y el juicio de la ley contra el juicio humano.
De esta forma, el conflicto viene como
una bola de nieve, un simple desacuerdo se convierte en un problema en donde
interviene no solamente la ley, la moralidad y la ética, sino el sentimentalismo
y los valores personales. La causalidad del conflicto es interesante, otorgando
a los personajes involucrados un rostro humano, una parte de ellos que en las
otras entregas entre la acción y proezas heroicas no habíamos sido capaces de
ver con claridad. Dicho aspecto se explota con el personaje del Capitán
América, que pareciera dejar del lado ese título, para mostrarnos el rostro de
Steve Rodgers.
Desprendiéndose de un incidente durante
el desarrollo de una misión, Scarlet Wich salva la vida del Capitán llevándose la
vida de varios civiles en una explosión. A esto, después del daño y mientras la
culpa asecha a la joven Wanda, Rodgers menciona que dentro de las misiones, tratan
de salvar cuantas vidas sean posibles, más no siempre serán capaces de
salvarlas a todas. Posteriormente cuando su amigo Bucky, ahora conocido como El Soldado de Invierno, es inculpado en
un crimen violento que cobra la vida de varias personas entre ellas, el Rey de
Wakanda, —padre de Black Panther— y con el
Acuerdo de Sokovia en marcha, Steve Rodgers ve una situación adversa y decide
actuar sin permiso —ya que no firmó el tratado—en aras
de salvar a su amigo. Sin embargo en medio de la acción son arrestados y allí
es en donde el villano —un hombre aparentemente común— llamado Helmut Zemo, —hijo del Barón
Zemo original— aparece para activar el
gatillo del Soldado del Invierno.
Cuando Bucky pierde el control el conflicto se detona por
completo, en su afán de salvarlo Rodgers decide escapar y esconderse junto con
Falcon, en lo que descubrieron es aparentemente un complot que involucra a más
soldados físicamente alterados como Bucky.
Se marca un
parteaguas en las historia que es interesante, tanto en el desarrollo que tiene
la trama como en los personajes. El Capitán por su parte, considerado como
alguien que vivió y luchó durante la segunda guerra mundial y un soldado,
parece olvidar sus propias palabras, de que no siempre sería capaz de salvar a
todas las vidas inocentes y decide arriesgarlo todo para salvar a Bucky. Aun
cuando anda con el estandarte de la mera justicia, se toma en cuenta sus
sentimientos personales, que es un hombre que al ser despertado en la era
moderna, lo perdió todo. Entonces ¿podrían ser los motivos personales de Steve
Rodgers los causantes del conflicto? Eso está a consideración de cada quien. Lo
que es verdad, es que en el momento en que se negó a entregar a Bucky de nuevo,
hizo una declaración, y esto es interesante desde el punto de vista
introspectivo ¿Cómo se ve así mismo Steve Rodgers? ¿Qué tanto puede separarse
el hombre del súper Soldado? En algún momento pareciera que Capitán América, se
viera a sí mismo como un defensor, un protector de la humanidad, más no se
considerara parte de ella. Como un ser sobrehumano, sus iguales serían los
mismos héroes con los que comparte el campo de batalla y es por ello que
pareciera entender de manera más intima las responsabilidades que les son
delegadas y también las necesidades y derechos, que como seres diferentes, les
son necesarias para un trato digno.
En cuando a
Iron Man, Tony Stark es manejado como una persona visceral, que si bien no es
bueno mostrando emociones a menudo actúa influenciado por ellas. Aquí vemos
este precepto ser resaltado dejando a Stark en una situación difícil, teniendo
que decidir entre aquello a lo que está dispuesto a renunciar y aquello a lo
que las situaciones le obligan a hacerlo. Desde el punto de vista de Iron Man
una persona con poder, debe ser empática con el daño colateral de las batallas
que son libradas, negándose a renunciar a la parte sensible que probablemente
lo mantiene liado a su vida como hombre, como amante y como amigo. Esa parte,
que le permite seguir siendo parte de la humanidad.
En conclusión Civil
War tiene un desarrollo interesante y un argumento que trabaja con opuestos de
ideales, emociones y personalidades, aquellas, que son estoicas, que están
dispuestas a asumir las consecuencias de sus actos y aquellos —irónicamente—más nobles,
que piensan que sus acciones deben ser juzgadas, por sus iguales.
A.I. Mendoza Seda