Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

lunes, 23 de mayo de 2016

El ser lunar del realismo. Eduardo Wilde.

Un gran imaginador de realidades experienciales, y hasta fantásticas...
Jorge Luís Borges

        De Eduardo Wilde, podríamos decir que forma parte de aquellos escritores cuya corriente literaria es imposible definir de manera simple. Calificado como impresionista por la estructura evocada a su época, pareciera variar en cuanto a la manera en que percibía y describía la realidad que le rodeaba.

        Eduardo Wilde se desenvolvió dentro del realismo, solo cronológicamente pues su contracorriente, el romanticismo, en mi opinión no es un antónimo, sino un resultado evolutivo que se manifiesta a través de la cotidianidad. El realismo que maneja E.Wilde, no se limita al puro sentido crudo, sino a la magia que se puede encontrar en un contexto real, logrando así una identificación con los personajes palpable y convincente. Las personalidades cesan de grandes sentimentalismos y la percepción se vuelve del dominio común, dignificando los sentimientos y sensaciones encontradas en las vivencias de cada día.

        Cabe preguntarnos si el estilo ingenioso y humorístico de Wilde, es una limitante para definirlo, pues su “humor” tiene una esencia que lo particulariza. Aunque los movimientos post-románticos comienzan a dejar atrás el movimiento original, resaltando la idea del hombre como dueño de sus emociones. La visión de Wilde tiene una vertiente importante que contiene una profundidad innovadora en su tiempo, deductivamente al nacer la exaltación del ser llevado por los estandartes y máscaras de personajes y paisajes fuera de lo común, llega inevitablemente la percepción del ser esencial. Las preocupaciones de distintos problemas filosóficos aparecen tempranamente, problemáticas que no fueron tratadas a profundidad hasta autores como Felisberto Hernández y el mismo Borges.

         Wilde tenia predilección por las formas breves de la literatura, su visión está impresa en lo que escribe de manera objetiva y sumamente minuciosa, no en el sentido recargado sino a manera de otorgar un sentido fiel a la realidad cotidiana, y con el paso de tiempo con una discontinuidad de pensamientos que acontecen como eventos pasados, melancólicamente recordados, ataviados con una percepción adentrada del ser que los posee y de aquel que lo está viendo.

        La complejidad de Eduardo Wilde se encuentra en su capacidad de percibir la realidad de manera sensible, recrearla con detalles que la figuran exquisita y cruel, tratándola desde las puras pasiones del cuerpo hasta algo tan complicado como la percepción del alma.


        Enfrascar al autor dentro de una categoría que no es otra mas que la de sí mismo sería un error, pues estamos hablando de un adentramiento profundo a las verdadera preocupaciones del individuo, a una centralización aterrizada que no colinda con los parámetros impuestos, que sigue una línea de pensamiento revolucionario y crea una doctrina personalizada bajo la cual no entran limitaciones superfluas de obras de arte antiguas y metodologías ya vistas. En su obra se crea una conciencia renovadora, real y aplicable, lejos de las exageraciones de corrientes absolutas. Aquí surge el pensamiento del hombre sin influencia externa ni fuerza sobrenatural, sino como resultado de su historia, plasmada a través de una visión personalizada del ser.



A.I. Mendoza Seda

Biografías y vidas. (Abril de 2004). Recuperado el 29 de Octubre de 2011, de Biografías y vidas: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/w/wilde_eduardo.htm

Oviedo, J. Transición hacia el realismo al naturalismo. En J. Oviedo, Historia de la literatura Hispanoaméricana (págs. 137-219).

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