Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

lunes, 31 de octubre de 2016

Que censuren a los poetas

Que censuren a los poetas,
malditos mentirosos,
manipuladores del lenguaje.
Sabios eternos, amantes efímeros
¡Que los fusilen!

Hijos del egoísmo y la subjetividad,
De lo irracional y del libre albedrio,
Amantes de las falacias.


Que censuren a los poetas,
No hay mucho qué decir.
Esos alquimistas lingüísticos,
Reaccionarios de la verdad pura,
Nos han metido siempre:
el amor no es como ellos dicen,
Dios no existe en dios,
las putas no son tan puras,
la poesía no es universal.

Que censuren a los poetas,

que descansen en paz.



Alan I. Arenas Ruiz

viernes, 28 de octubre de 2016

28 de Octubre

Muchas verdades nos llevan en la historia a momentos en que algo cambió para todos. Por ejemplo el presidente Glover Cleveland inauguraba la estatua de la libertad en Nueva York, fecha festiva que fue diferente para los habitantes de la ciudad de Lima, que en 1746 vieron la ciudad destruida por un terremoto. En el mismo día en que fue fundado Harvard, también es el cumpleaños de Bill Gates y Jonas Salk aquel que descubrió la primera vacuna contra la poliomelitis. La muerte llegó para Rafael Alberti, poeta español miembro de la "Generación del 27", en la misma fecha que Jonh Locke, mucho antes murió en el año de 1704.

        Sin embargo para otras personas el día pasa desapercibido o tiene otro significado, entre vidas y muertes hay nacimientos que marcan la vida de las personas alrededor. Para algunos es anticipado, una persona que ya estaba esperando, una persona a la que conoceríamos toda la vida.

        La relación de los eventos simplemente es difusa, pero es necesario adjudicar el carácter simbólico de los hechos que son significativos para nosotros. Pudo haber nacido uno de los genios más grandes de la informática, o ser el día en que dos naciones se volvieron hermanas. Para mí es el día en que una persona vino a este mundo, tal vez alguien que recordará la historia, algo que está por verse.

        Puede ser una se esas almas, que según las teorías astrológicas vino desde un lugar lejano, impreso en un nuevo cuerpo, un alma vieja, que vino a enseñar algo.

       Las diferencias hacen de la humanidad su grandeza, pareciera que hay personas que están destinadas a ser opuestos, sin embargo en la complejidad de las cosas hay afinidades que no pueden romperse fácilmente, aptitudes y actitudes que se complementan, que retan e inspiran.

        Existe ese alguien que está allí por una razón, aunque sea a veces solo para sacarnos de quicio. La realidad es certera y para bien o mal forma parte de lo que somos y de lo que seremos en un futuro.


        Supongo que entonces es justo agradecer que esa persona haya venido al mundo, a ser parte de nuestra historia, a ser un recordatorio de que hubo un mundo antes de nosotros y seguramente lo habrá después. Recordar eso con alegría, un ciclo más que se ha superado en la locura, tomando el teléfono y escribiendo un "feliz cumpleaños..."



A mi hermano



A.I. Mendoza Seda

jueves, 27 de octubre de 2016

Bungou Stray Dogs

               Escrito por Kafka Asaguiri a cargo del guión y Songo Harukaga a cargo del dibujo; el manga de Bungou Stray Dogs tuvo su debut en el año 2012, pasando posteriormente a su formato de novela por los mismos autores en el 2014. En este año su versión en anime es producida por estudio BONES, dirigido por Takuya Igarashi.

        La historia nos presenta a su protagonista, Atsushi Nakajima de una forma bastante peculiar. Es un huérfano que fue expulsado del orfanato en donde vivía de forma cruel, llevándose con él, el constante recordatorio de ser no más que un estorbo, un ser que no merece otra cosa que simplemente vagar por allí hasta morir. Pese a esto Atsushi no parece complacido con la idea de simplemente perder la vida, por lo que entre su hambruna y cuando ya estaba dispuesto a robar a la primera persona que se le pasara por el frente para poder comer, se encuentra con un hombre flotando de cabeza en la corriente del río. Se queda un momento en la dubitativa de salvarlo, pero termina por sacarlo del agua a lo que emberrinchado hombre reclama el haber frustrado su intento de suicidio, posteriormente presentándose como Ozamu Dazai e invitandole a comer a expensas de la billetera de su compañero Doppo Kunikida.

        Consecuentemente Atsushi descubre que tanto Dazai como Kunikida son miembros de una agencia de detectives muy especial, conformada por personas con poderes sobrenaturales y que se encargan de los casos con los que la policía e incluso el ejército no pueden lidiar. Entre confusiones y mas preguntas que respuestas, Atsushi termina formando parte de la misma agencia, conociendo a las demás personas que la conforman y que poseen poderes al igual que él. Conforme pasa el tiempo, deberá ir conociendo y aprendiendo de cada uno de ellos.

      Tomando así el nombre de grandes figuras literarias, mayormente de Japón el argumento plantea en esta realidad la existencia de seres humanos con habilidades extraordinarias, que van desde transformarse en una bestia a curar heridas y crear realidades alternas en donde absorber a la gente. Esto por supuesto lleva a la realización de que así como hay gente que por sus propias motivaciones utiliza estas habilidades para hacer un bien social, también están aquellos que no corrieron con tanta suerte y terminaron perdidos, topándose de frente ambos caminos.

     Ciertamente, es motivo de atención la intención que engloba la historia, la vida no es un montón de sucesos trágicos, ni un sinfín de felicidad, es simplemente así, con buenos y malos momentos en donde cada experiencia nos hace sencillamente lo que somos. Pese a que muchas veces el trasfondo de nuestra melancolía, nuestra crueldad, o nuestra motivación viene de un pasado tan complicado o simple, son los pasajes que recorremos lo que hace nuestro proceder correcto o incorrecto.

        Bungu Stray Dogs, es uno de esos anime, que mezclan de forma homogénea la comedia de la vida cotidiana, inmersa en las situaciones con la crudeza de la tragedia y la lucha personal de las personas que se ven inmersas en ella. Al final cada uno tiene un impulso que los mueve adelante, que los consagra a sus creencias y a sus decisiones, en donde es posible ver pese a la cualidad sobrenatural de sus cuerpos, ese perfil sensitivo que los hace tan humanos como cualquier otro que camine en el mundo.


A.I. Mendoza Seda

martes, 25 de octubre de 2016

María

Lamentamos tu muerte María.
El adiós flácido,
tu puño de palabras ahogadas en silencios.
Extrañamos las pausas eternas de tu vida.
Tus estrías faciales,
tus dentadas carcajadas,
tu soledad inseparable.

Decías María
que cuando uno se detiene,
cuando se queda estático,
uno se va muriendo poco a poquito.
Por eso María
nadie te alcanzó.
Un poco de eternidad
tenían tus ojos María,
profundos, oscuros , huecos…

Te extrañamos María;
"sonríe a la  tristeza" decías
pero dime cómo,
si la si la grietas no cesan,  no sanan.        
La hemorragia incesante
me recuerda la mortalidad.


Te extraño y te odio María.
Con todo el dolor de mi soledad.





Alan I. Arenas Ruiz



viernes, 21 de octubre de 2016

Un mundo feliz

        Desde tiempos ancestrales, el orden social ha sido influido y definido por una connotación jerárquica. Existe un grupo reducido de personas que ostentan los privilegios, mientras que una sección más numerosa debe vivir sujeta a limitaciones y conformismos.

        En la naturaleza caótica del hombre se mueve el bien y el mal constantemente, conceptos creados por decretos dogmáticos. Lo que para algunos es malvado, ruin e indecente, para otros, no forma parte más que de la simple cotidianidad.

        ¿Qué pasaría si la percepción del hombre fuese uniforme? Qué pasaría si la conformación de esas ideas se unificara en una misma. Una en donde los órdenes jerárquicos no fuesen más que naturales y el pensamiento y las pasiones desaparecieran bajo un manto de orden y control.

      Mucho tiempo el hombre ha perseguido grandes ideales y las corrientes estéticas del pensamiento se han reinventado constantemente en contradicción y evolución una de otra. La ilusión del libre albedrío es perseguida y añorada para muchos, para otros es aquello que finalmente nos hace humanos, distintos de los demás mamíferos en la tierra.

      Los lazos consanguíneos son sagrados, la idea de la fidelidad y el sufrimiento. Pensamos pues que no podemos vislumbrar un mundo en donde la luz no exista sin la oscuridad y en donde la alegría no es un estado permanente, sino preciado; en donde la crueldad y la maldad son un recordatorio constante de nuestra imperfección y nuestra mortalidad.

      El cerebro está constituido de esa manera, en constante contraposición de opuestos. Y es por ello que Un mundo feliz de Aldous Huxley retrata maravillosamente un fenómeno íntimo para su lector.

      Un mundo feliz de Aldous Huxley, nos lleva de la mano como aquellos estudiantes que aparecen en el primer capítulo, a un mundo perfecto. Nos lleva a la realización de la sociedad perfecta, un lugar en donde los niños ya no nacen de una madre, sino que son creados y condicionados para un propósito específico.

     La sociedad se ha compuesto en un orden que va desde las clases privilegiadas, los “alphas” aquellos que conservan en mayor parte su capacidad de reflexión e “individualidad” y ocupan los puestos importantes en las corporaciones que llevan el orden social. Hasta los “épsilon” que se reducen a personas uniformes, condicionadas a realizar el trabajo mecanizado y con menos necesidad de atención.

      En este lugar en vez de un dios todopoderoso existe la adoración a un ser mortal, que trajo la verdad de la ruina de la civilización y su cura. Los niños en vez de recibir una educación individual en casa y construir un sistema de creencias basándose en su propia experiencia, son condicionados de las formas más crueles como el electroshocks, hasta más sutiles como el condicionamiento por repetición.

     En este planteamiento, la espontaneidad, la necesidad del caos del pensamiento humano es resistente. Las necesidades primitivas y dañinas son recurrentes y en ese caso, existe la forma más novedosa de medicina, desde “un sucedáneo de embarazo” hasta la píldora que lo soluciona todo, el “soma”; un medicamento capaz cambiar la realidad y el pensamiento turbado, a un estado de sensaciones agradables, en felicidad.

     Nos enfrentamos al descubrimiento de la palabra “madre” como algo asqueroso y la idea de la promiscuidad como algo saludable. Nos encontramos inmersos en la mente y el sufrimiento de un hombre “salvaje” en el que encontramos el inexplicable alivio de la cordura y lo irracional. En donde volcamos nuestros sentimientos de tedio y ansiedad.

    Cómo podríamos en nuestro pensamiento egoísta e individualista comprender, la idea de conformarse con lo que los puestos de poder nos dejan. Pensar en un lugar en donde fuésemos controlados, condicionados a lo que necesitamos, a ser parte de una cadena de eslabones que funcionan solo para mover los engranes de algo mucho más grande que nosotros. Cómo podríamos estar condicionados a la idea de un dogma que nace del pensamiento de unos cuantos, a adorar la visión de una persona como única verdad, a ser manipulados sentimental y físicamente con un medicamento. Llegado a este punto es necesario preguntarse ¿habrá Aldous Huxley realmente descrito el funcionamiento de una sociedad imaginaria? O solamente potenció la verdad que todos sabemos, aquella que de forma condicionada, nos negamos a aceptar. ¿En verdad somos seres libres? ¿En verdad estamos en el lugar en dónde debemos estar?


A.I. Mendoza Seda



martes, 18 de octubre de 2016

Norteño


Sin previo aviso el grupo comenzó a tocar, traían unos sacos negros con flores blancas bordadas, texanas y botas de piel picudas. Cantaban a dos voces, con acordeón, guitarra, bajo y tarola. La orquestación tronó en el aire y algunos peatones se pararon a escuchar afuera del bar. Yo aplaudía y gritaba entre tragos de cerveza Tecate. Aquí no existe otra cerveza, quizá otras con nombres en ingles pero nada más, es como agua con un chorro de vinagre de manzana, pero en fin una persona como yo sabe que una cerveza es una cerveza, ya sea en el norte o en el sur.
            El norteño tocó canciones clásicas como “Tres amigos” “No hay novedad” “Una página más”, “La calandria”, “Laurita garza”, “La venganza de María”, yo pedí que tocarán “Camelia la texana” pero no aparecía en su repertorio, así que el grupo me obsequió otra, entonces aquella música se convirtió en nostalgia. Todo eso se vino en mí como un puñetazo de imágenes y sentimientos. Pensé en el polvo, en los ranchos con sus gallinas cacareando en el patio, en la cruda de un cumpleaños, en la niñez cuando mis tíos llegaban del norte y bebían. Me abrazaban porque era niña, porque ellos tenían años que no disfrutaban de la libertad de cantar una canción y amanecerse afuera de una casa sin ninguna ley que lo prohibiera, porque todo el año habían ahorrado y trabajado como bestias para poder volver a escuchar un corrido como cuando ellos habían sido niños.
Recordé a mi tío Beto y su diente de oro, el gran poster de Los cadetes de Linares en la entrada de su casa, recree aquella canción donde el canario ya murió y la fuente se secó, pensé en mis amores caídos, las ausencias, el vació de la casa que ya no tengo, el vagante destierro. De nuevo mis tíos que se fueron más de treinta años al norte de indocumentados, en los miles de litros de cerveza que han bebido a salud del trabajo bien pagado y explotado, a sus alfombras y sus calles de asfalto, en las canciones de los Tigres del norte y su Jaula de oro, que aunque la jaula sea de oro, no deja de ser jaula.
            En “Jacinto Cenobio”, de nuevo la ausencia, el destierro, la miseria y la muerte. También recordé los velorios, aquellos donde bebí como las grandes mientras llorara por dentro y por fuera porque mis ojos nunca más volverían a ver un ser querido, pero la música norteña seguía tocando porque la vida no acaba con un entierro, porque esa música se hizo para soportar, para no rajarse aunque el alma se nos quiebre.

            Las tortillas de harina no podían faltar en mi recuento nostálgico, allí estaba mi amigo Albertura ofreciéndonos el sazón de su mamá en forma de tortilla porque es de Chihuahua. Las tortillas de harina que hacía mi tía Toña acompañadas de chocolate Moctezuma. Mientras el grupo norteño anunciaba que tomaría un descanso yo seguía aplaudiendo, dibujando en la memoria una bota que aplasta el polvo, un acordeón acariciado velozmente por unas manos fuertes, un sonido que describe nuestras andanzas populares, nuestra eterna nostalgia alegre. 



Trompa de Mosca

viernes, 14 de octubre de 2016

A paso rápido: Contra

"Sólo no me gusta que me digan que hacer..."

Una frase simple, que saltó durante un programa de televisión, no fue importante en ese instante, pero repicó en algo,  hubo algo que respondió al instante, un pensamiento, como esa verdad absoluta, que en este mundo globalizado, resulta en tan tedioso defecto.


Una sensación paralizante, de fastidio nace cuando hay alguien pisándonos los talones, supervisando lo que hacemos, lo que decimos como hacemos las cosas, como si fuésemos estúpidos incapaces de tomar una decisión.

Haz de esta forma... 

                                                                             Hazlo así...

Una extensión de un cuerpo ajeno, a la voluntad de otra persona, siguiendo sus sueños, su forma de hacer y pensar, mientras el pobre imbécil, no es más que un idiota que entre tratar de complacer al mundo y a lo que resta de él, ni siquiera tiene tiempo de pensar que es lo que realmente quiere.


No será culpa de nadie, será nuestra...


Quiero que me dejen en paz...

Largo de aquí...


Gato Negro

miércoles, 12 de octubre de 2016

Insensibilidad

Durante los últimos años he notado un evento curioso. La sangre de mi cuerpo no fluye de la misma forma.

        Siempre he tenido un transito pesado, mi padre tiene la sangre espesa y desde joven mi madre que es enfermera, sostenía fuertemente uno de mis dedos, calculando el paso del tiempo en que esa yema pálida volvía a la vida. Nunca fue alarmante el paso de mi vida, iba con el correr del tiempo y esa sangre espesa me hacía sentir fuerte, sólida, difícil de mover.

        Ahora con el conocimiento que siempre nos aqueja, me doy cuenta de que esa sangre se estanca cuando mis músculos se presionan, un brazo, una pierna, y por un momento hay insensibilidad.

        ¿Qué bloquea la sensación de mi cuerpo? la oxigenación, la ironía de un organismo tratando de entenderse sin conseguirlo. Al final despierta, entre un sentimiento de extrañeza que oscila entre el dolor y la cosquilla, una analogía graciosa del efecto que viene siempre, cuando no se encuentra entre vasos sanguíneos y lugares microscópicos.

        Por el mismo efecto somos insensibles a muchas cosas, ver morir a una persona no nos causa gran exabrupto. Lo sabemos en las noticias, lo leemos en los libros y lo vemos en las películas. Es distinto cuando sabemos que es real, se convierte en un obstáculo difícil de superar, una píldora difícil de tragar. Pero llega un momento en que después del llanto y la ira, y la negociación viene un momento de paz, se adormecen nuestros pensamientos, la sensación palpitante del pecho, por un instante no somos, solo existimos y entonces todo cae, como ese brazo, esa mano y ese pie, despertamos de a poco confundidos, vacilantes, errados en que sentir, hasta que el malestar llega y nos sumimos en esa agonía de unos momentos, en donde nadie debe tocarnos.

        Somos insensibles a la risa inocente y los amaneceres, a las noches y a la luna llena, a las estrellas.

        Cuál es la función de la insensibilidad, cuando sus efectos parecen siempre relacionados con un efecto negativo y necrótico. Si asumimos que el mayor problema del ser humano es el dolor, la insensibilidad es una función nada más que piadosa.



        Evasiva y tramposa nos ayuda a brincar sin temor a caer, a pasar el trago amargo, sin miedo ni patetismos, sin dudas. Conforme el tiempo avanza, nuestra vida se desgasta, se vuelve obsoleta y complicada, llena de todo y de nada. Esa insensibilidad avanza, tal como ahora yo lo siento, en mis brazos, en mis piernas, hasta en mi pecho cuando veo un rostro en lágrimas o una historia romántica. El dolor no está, porque esa insensibilidad vive en nuestros pensamientos, en la tragedia de todos los días, uno tras otro, hasta que el final venga, hasta que un agujero se habrá en el cielo o en la tierra, y allí estaremos todos despertando de nuevo, como esos dedos, entre risas y llanto, entre dolor y confusión, deseando, que todo pase y nadie nos toque.


A.I.Mendoza Seda



lunes, 10 de octubre de 2016

Conejos



Este artículo debería llamarse autoexilio, en vez de conejos, y no debería llamarse artículo sino más bien carta, porque en este artículo-carta te comunico que aún no he llegado al mar. Después de millones de intentos fallidos, con doscientos mil pares de zapatos rotos aún no logró divisarlo. Sé que he estado a punto de hacerlo, lo huelo en el aire, pero aunque lo he tocado en sueños aún no llego a él. He recorrido paisajes extraños, he pisado la arena y también la brisa salada me ha tocado la lengua y un poco el ombligo… ¡Mi lengua y ombligo saben a sal, pero aún no llegó el mar! A cambio de eso he visto dunas agrietadas por el viento, conejos gigantes que de un salto derriban montones de arena blanca. No, no son liebres de marzo, estoy segura, son conejos que disfrutan de la luna en esta soledad, que escuchan los ecos del sur, tal vez tus ecos, tus ronquidos cuando duermes pensando en máquinas voladoras. Estos conejos gigantes no traen reloj, solo alma, porque ellos tienen de sobra, porque ellos se alimentan del silencio, de la arena y sus cactus, del privilegio de las tierras vírgenes que yo estoy descubriendo. Zizar los persigue, pero al hacerlo sus patas se lastiman porque en este suelo hay plantas que parecen erizos; espinosas y redondas. Entonces Zizar apacigua sus persecuciones, y yo tengo que arrancarle estos erizos vegetales. Descansamos, dejamos que los enormes conejos se salgan con la suya. Desde este autoexilio Alabama Shakes se ha introducido a mis oídos con nuevos colores y matices que se encienden como luciérnagas. También he escuchado otras voces que me dan calma, la calma que tenía años no sentía. Aquellos gritos que alimentaban mi miedo y desesperación no han descansado, por fin he empezado a aceptar que nunca lo harán, que crecen y que aquí son más libres, se alimentan mejor, tal como los conejos que he encontrado. No sé qué tan grande crecerán pero lo que si estoy empezando a saber es que están más tranquilos mientras los dejó ser, porque tú sabes que sucede cuando los reprimo. Quizá pienses que estoy mejor, tal vez si tal vez no, pero creo que cualquier lugar está listo para conocerse,  no puedo encontrarme a mí misma en un mismo lugar, estática. Quizá nunca me encuentre por completo, pero mientras la vida trascurre y mientras estos conejos los míos y los de este lugar sigan acrecentando su panza y sus zancadas yo disfruto lo único que puedo tener en este momento. Devoro con cuchillo y tenedor filetes de aire, porque aquí lo que sobra es eso, tengo la alacena repleta de aire y de silencio, esa es mi dieta últimamente. Por otro lado está bien que aún no haya encontrado el mar, eso significa que aún tengo que buscarlo, tampoco te he perdonado  y mientras no encuentre el mar, tengo oportunidad de hacerlo, de perdonarte, de aceptar quién eres y quien soy, sin problemas, sin sentir asfixia, sin lamentos de perro atropellado. Lo de los conejos es mágico, hubiera querido arrancarme los ojos para aventártelos, así podrías mirar cómo mueven sus enormes orejas. Ya sabes cuánto admiro a estos animales, mis creencias acerca de que ellos encarnan la locura. Deduzco que si los veo en tal cantidad y tamaño me auguro que la locura no me ha abandonado, que es la ruta para reencontrarme, reencontrar a la niña que hablaba sola mientras inventaba personas que aún no existen, la que creía que las moscas enviaban cartas y postales desde la India. Es por eso que al llegar a este lugar donde el sol se posa como un gran dije del cielo comencé a bailar; Zizar, las nubes, el aire y yo hicimos una coreografía basada en el vacío. Para agregar más información o más bien para desahogar mi alma atestada de silencio, te aviso que he comprado un conejo de yeso pensado en la cafetería que un día imaginamos hacer, aquella que tendría de tema Alicia en el país de las maravillas. No sé si lo recuerdas y tampoco sé porque a mí los recuerdos sencillos se me entierran como espinas, en fin, allí está junto a mis nuevos cuadros de pintura danesa, junto una ballena y una fotografía de un avión desintegrado. Cualquier cosa nueva es buena en este momento, cualquier palabra suena diferente en este autoexilio, ahora los conejos se convirtieron en nuevas esperanzas de auto reconciliación, porque aún no me he perdonado. Estos conejos que mis ojos admiran se trasforman en hazañas bellas para seguir admirando la vida y no morir. No quiero morir. Más que nada, espero que eso te haya quedado claro cuando me fui, no quiero vivir a medias, a medias ni las naranjas son buenas al menos que se compartan. Pero para compartir tenemos que creer que existe otro, y más que nada uno. Creer que estos conejos existen, ¿me crees? ¿los miras también? Yo sí pero aún me falta tener más fe en mi propia existencia, tanta fe que logre iluminar a estos conejos, a mis conejos monstruosos, aquellos que jamás lograré domar, pero quizá con mucha práctica aceptaré. 


Trompa de Mosca

viernes, 7 de octubre de 2016

A paso rápido: Los ojos del mundo.

Los ojos del mundo los tenemos nosotros.

        El perro mira de forma devota, su mundo es distinto, como muchos observan a un ídolo, a un santo, a un amor. No hay mirada más traslucida que la de un animal y mas confusa que la de un ser humano. A pesar de ser de la misma especie fallamos en entendernos, lenguas extrañas, acciones mal interpretadas, palabras con tono, ojos muertos, vivos.

        Un niño comienza a mentir a edad temprana, antes de saber hablar sabe ya como engañar a su madre y es ingenuo pensar que las cosas ocurren de otra manera. Los seres de este viven y destruyen, se unen a la tierra y desaparecen en ella y aun cuando la sensación de la vida corre por cada una de las células que los constituyen, nosotros, con esa voz interna que nos habla en nuestra lengua, nos dice, es testigo, de nuestra existencia.

        La historia y la predicción lo dice, las acciones acontecen en nuestros pasos, solo de nosotros. El ser humano tal vez es demasiado arrogante como para pensar que el mundo se mueve con su destino.

        O tal vez no...


        ¿Quién es entonces el creador de este mundo?




A.I. Mendoza Seda

martes, 4 de octubre de 2016

Vita Mortis

Vi una chispa
todo se iluminó por un momento
y solo encontré incertidumbre.

Anoche tuve un momento de silencio
en donde pude ver a mi muerte, cara a cara
y por vez primera pensé en algo que no pude imaginar;
en la imagen de aquel momento
del día en que moriría.

Por un momento fui consiente
de que allí había estado todo este tiempo
como un perro fiel
desde el momento en que vine a este mundo.

No puedo ver cómo extenderá su mano
como un amante tímido
que vigila mis sueños
en la espera de poder tocarme.

He visto la muerte
cercana
acariciando la cama de aquellos que amo
sentada como una sombra
pacífica
amante devota.

Amante dadivosa
como una puta
se entrega a todos sin distinción.

Estamos en espera
por todo
y nos empeñamos en darle un significado a la vida
la obligamos
la tironeamos
cansadamente
para darle forma.

Qué ridículo.

Ayer tuve un encuentro con mi propia muerte
no en un risco o un osado accidente;
estaba simplemente
y fue como si súbitamente posase su mano en mí
como una amiga
y tiernamente susurrase a mi oído;
me dijese,
que esperaría…



Gato Negro

lunes, 3 de octubre de 2016

Taquero


Es madrugada, él no bosteza, pica la carne de res entre un vapor que parece que ha salido de algún lugar espectral, de algún cuento de Edgar Allan Poe. Un vapor nubla su rostro encendido. Toma un par de tortillas sudadas, pequeñas, un puño de carne finamente picado, le arroja un montón de cilantro y cebolla, lo coloca en el plato liviano y colorido, forrado con una bolsa de plástico y lo extiende. El hombre le agrega salsa, rábanos y unas gotas de limón. Comienza a devorar el taco, mastica exageradamente para después ceder espacio, darle un trago al agua o al refresco. El taquero no ha bostezado aunque ya sea de madrugada, él nunca lo hace. Mientras el delantal esté puesto nunca lo hará porque al igual que Superman mientras traiga su capa dejará de ser Clark Kent. El sueño detrás de ese comal no existe, ni el calor ni el cansancio, existe la adrenalina trasformada en proteínas que otorgan vida.
           El taquero mira con sus ojos fuertes como su tabla de picar a los que pasan en auto, a pie, a perros que limpian el suelo. Él irradia cuando alguien se sienta frente a él y hace una petición; dos de carnaza, dos de tripa, tres de maciza, uno al pastor, cuatro de azada, seis de adobada. El taquero es un icono mexicano que alimenta la aureola de la virgen de Guadalupe, porque es consciente que es tan popular como ella, e incluso más más, pues detrás del comal él acepta a cualquier peregrino de cualquier religión y a la inversa.
            Este superhéroe nacional no es dueño de un oficio sino un antropólogo de la cultura prehispánica y contemporánea. Tal como un poeta, es un pequeño Dios. No juzga al crudo, al borracho, a la prostituta o al vagabundo, al narcotraficante, al político o al presidente de la Republica, otorga sus creaciones sin distinción, nos ofrece sus manjares a cambio de nuestras “limosnas”  precio obligatorio que se tiene que pagar por la grandeza.
             El taquero habla el idioma social, aquel que se transmite a través del paladar. Aquel que comunica el aroma del cilantro fresco, de la cebolla cruda y dorada, el crujir de un rábano, de los frijoles recién cocidos, de la piña azada, de la salsa de tomate, del jitomate molido en molcajete, del chile guajillo, del chile jalapeño, del serrano, del perón. De la carne; de la carne de cerdo adobada y marinada entre cerveza o clavo de olor, del cerdo y sus lienzos trozados en un taco de carnitas, de los músculos de una vaca convertida en birria de pozo, ahumada con pencas de maguey. El cabrito y su juventud, el borrego tatemado, borrego a las brasas. Trasporta el pasado prehispánico en un comal que calienta el poder más grande del taquero; la tortilla. Así por medio de este lenguaje completo nos trasmite los mitos del Popol vuh, la conquista, la revolución, la globalización, soporta y defiende nuestras raíces, nos trasmite eso que fuimos y seguiremos siendo.

 ¿Qué es eso que somos y seguiremos siendo? Hombres de sabores, seres con vida, con origen y diversidad, con dicha y abundancia, con creatividad, con fuerza, con mezcla. De maíz, seres de evolución, de permanencia. El taquero día con día nos recuerda la entraña del ombligo de la luna que es lo que significa México. Nos da eso para que disfrutemos, es por eso que hoy festejo al taquero, saboreo La Tacopedia Enciclopedia del taco, libro que ha llegado a mis manos para saborearlas para no olvidar que sin el taquero el taco no existiría, y sin el taco y el taquero nuestra evolución como raza estaría incompleta. 


Trompa de Mosca