(México, 1776-1827)
“Nacido hacia el final
de la época colonial, la infancia de José Joaquín transcurrió en Tepozotlán,
donde su padre ejercía la medicina en el Seminario de los Jesuitas. Hizo en
esta población sus primeros estudios, que amplió después en el Colegio de San
Ildefonso; pero no pudo terminarlos por falta de recursos.”[1]
“Periodista por
vocación y liberal influido por los enciclopedistas, aunque limitado por el
ambiente de la colonia, José Joaquín Fernández de Lizardi es considerado no
sólo como el escritor más importante de su país durante el primer tercio del
siglo XIX, sino también como el autor de la primera novela, en el sentido
moderno del término, que se escribió en América.”[2]
“El escritor mexicano
José Fernández de Lizardi vive un tiempo marcado por la inestabilidad política
y en este ámbito escribe su obra. Su primera producción conocida tiene como
objeto la celebración de la subida al trono de Fernando VII (<< La Polaca>>). Pese a esta aparente
alabanza del sistema realista, su relación involuntaria con los sucesos
insurgentes ocasiona tanto el afianzamiento en su concepto de libertad como la
aparición de su producción literaria”[3]
“Lizardi se opuso
pronto a la monarquía y abrazó los ideales independentistas. Apoyó la revuelta
del cura Hidalgo y luego la causa de José María Morelos, escribió panfletos en
defensa de la libertad de imprenta y contra el gobierno virreinal, y fue
encarcelado en 1815, tras la derrota de Morelos. Fundador de múltiples
publicaciones, la más célebre de todas ellas es El Pensador Mexicano, que duró
de 1812 a 1814 y de la cual tomaría su seudónimo literario.”[4]
“Con sus artículos y
escritos luchó por la libertad de expresión y contribuyó a consolidar el
ideario independentista. Escribió también versos desaliñados, de los que lo más
interesante son las Fábulas (1817); intentó el teatro, sin resultado, en piezas
como El negro sensible, Auto Mariano y otras. Pero se le recuerda más por sus
artículos políticos y, sobre todo, por sus tres novelas, que inauguraron el
género en el continente: El Periquillo
Sarniento (1816), La Quijotita y su
prima (1818) y Don Catrín de la
Fachenda (1832).”[5]
Estás tres obras
engalanan su repertorio literario ya que sin duda son las que mejor representan
una autentica simbiosis de la realidad de México en aquella época, este
escritor se destaco por la manera en que el humor y la ironía convertían su
literatura en el reflejo de la sociedad,
“Lizardi presenta una sociedad en proceso de cambio, pero también una sociedad
fraccionada por sus diferencias… La crítica a las clases privilegiadas se
amplía con el ejercicio de la esclavitud, prevaricación, defensa de su raza,
explotación de los débiles, etc.,”[6] Fernández
de Lizardi se amarro a la realidad para convertirla en una experiencia
literaria irremplazable en Don Catrín de
la Fachenda se mofa de una manera
muy intelectual del contexto que reinaba entonces, con su personaje principal
que lo sabe casi todo como cómo comer sólo una vez al día sin que te de hambre,
por dar un ejemplo. Lo que me parece de suma importancia de ésta novela corta
es la perfección con la que el autor hace que su personaje se jacte de erudito
bueno para nada, don Catrín es la crema y nata de una sociedad desaparecida en
la que reinaba la opulencia superficial y digo superficial porque no importaba
nada más más que caer bien y presumir lo que se poseía y lo que no también,
esto para poder mantenerse en un nivel
de sociedad prestigiado. José Joaquín Fernández de Lizardi se proyecta en la
sabiduría de su personaje, este cita obras y autores de renombre y lo hace en situaciones muy atinadas.
El ambiente político y
sociocultural es la columna vertebral de esta novela todo gira entorno a eso, don Catrín de la
Fachenda sostiene su postura de vida, aunque
para los demás no resulte más que un fracaso rotundo, él se limita a
seguir fiel a sus ideales así las consecuencias no pinten bien. Esta manera de
ver la vida llamo la atención de los que leyeron esta novela ya que
representaba una situación completamente real entonces, aún en la actualidad se siguen viendo
individuos que viven de la sombra de los demás que tienen y dejan de tener así
de sencillo como suena que se rodean de personas importantes tras colgarse de
fama que no les pertenece sin embargo después de esto no dejan de ser personas
inteligentes y en muchos de los casos su inteligencia es tanta que no logra ser
comprendida.
Esta historia que crea Lizardi me
parece digna de leerse, releerse, y
recomendarse. Me llamó la atención la cantidad de personajes que cita de lo tan
fundamentada no por nada Joaquín fue considerado mejor escritor del país en el siglo XIX.
[1] http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fernandez_de_lizardi.htm
[2] Ídem.
[3] FERNÁNDEZ DE
LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN. (2001) Don Catrín
de la Fachenda. Noches tristes y día alegre. Edición Rocío Oviedo y Almudena
Mejías. Madrid: Catedra.
[4] Ídem.
[6] FERNÁNDEZ DE
LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN. (2001) Don Catrín
de la Fachenda. Noches tristes y día alegre. Edición Rocío Oviedo y
Almudena Mejías. Madrid: Catedra.