Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

miércoles, 24 de febrero de 2016

José Fernández de Lizardi, un catrín real.


(México, 1776-1827)

“Nacido hacia el final de la época colonial, la infancia de José Joaquín transcurrió en Tepozotlán, donde su padre ejercía la medicina en el Seminario de los Jesuitas. Hizo en esta población sus primeros estudios, que amplió después en el Colegio de San Ildefonso; pero no pudo terminarlos por falta de recursos.”[1]

“Periodista por vocación y liberal influido por los enciclopedistas, aunque limitado por el ambiente de la colonia, José Joaquín Fernández de Lizardi es considerado no sólo como el escritor más importante de su país durante el primer tercio del siglo XIX, sino también como el autor de la primera novela, en el sentido moderno del término, que se escribió en América.”[2]

“El escritor mexicano José Fernández de Lizardi vive un tiempo marcado por la inestabilidad política y en este ámbito escribe su obra. Su primera producción conocida tiene como objeto la celebración de la subida al trono de Fernando VII (<< La Polaca>>). Pese a esta aparente alabanza del sistema realista, su relación involuntaria con los sucesos insurgentes ocasiona tanto el afianzamiento en su concepto de libertad como la aparición de su producción literaria”[3]

“Lizardi se opuso pronto a la monarquía y abrazó los ideales independentistas. Apoyó la revuelta del cura Hidalgo y luego la causa de José María Morelos, escribió panfletos en defensa de la libertad de imprenta y contra el gobierno virreinal, y fue encarcelado en 1815, tras la derrota de Morelos. Fundador de múltiples publicaciones, la más célebre de todas ellas es El Pensador Mexicano, que duró de 1812 a 1814 y de la cual tomaría su seudónimo literario.”[4]

“Con sus artículos y escritos luchó por la libertad de expresión y contribuyó a consolidar el ideario independentista. Escribió también versos desaliñados, de los que lo más interesante son las Fábulas (1817); intentó el teatro, sin resultado, en piezas como El negro sensible, Auto Mariano y otras. Pero se le recuerda más por sus artículos políticos y, sobre todo, por sus tres novelas, que inauguraron el género en el continente: El Periquillo Sarniento (1816), La Quijotita y su prima (1818) y Don Catrín de la Fachenda (1832).”[5]

Estás tres obras engalanan su repertorio literario ya que sin duda son las que mejor representan una autentica simbiosis de la realidad de México en aquella época, este escritor se destaco por la manera en que el humor y la ironía convertían su literatura en  el reflejo de la sociedad, “Lizardi presenta una sociedad en proceso de cambio, pero también una sociedad fraccionada por sus diferencias… La crítica a las clases privilegiadas se amplía con el ejercicio de la esclavitud, prevaricación, defensa de su raza, explotación de los débiles, etc.,”[6] Fernández de Lizardi se amarro a la realidad para convertirla en una experiencia literaria irremplazable en Don Catrín de la Fachenda  se mofa de una manera muy intelectual del contexto que reinaba entonces, con su personaje principal que lo sabe casi todo como cómo comer sólo una vez al día sin que te de hambre, por dar un ejemplo. Lo que me parece de suma importancia de ésta novela corta es la perfección con la que el autor hace que su personaje se jacte de erudito bueno para nada, don Catrín es la crema y nata de una sociedad desaparecida en la que reinaba la opulencia superficial y digo superficial porque no importaba nada más más que caer bien y presumir lo que se poseía y lo que no también, esto para poder  mantenerse en un nivel de sociedad prestigiado. José Joaquín Fernández de Lizardi se proyecta en la sabiduría de su personaje, este cita obras y autores de renombre  y lo hace en situaciones muy atinadas.

El ambiente político y sociocultural es la columna vertebral de esta novela  todo gira entorno a eso, don Catrín de la Fachenda sostiene su postura de vida, aunque  para los demás no resulte más que un fracaso rotundo, él se limita a seguir fiel a sus ideales así las consecuencias no pinten bien. Esta manera de ver la vida llamo la atención de los que leyeron esta novela  ya que  representaba una situación completamente real entonces,  aún en la actualidad se siguen viendo individuos que viven de la sombra de los demás que tienen y dejan de tener así de sencillo como suena que se rodean de personas importantes tras colgarse de fama que no les pertenece sin embargo después de esto no dejan de ser personas inteligentes y en muchos de los casos su inteligencia es tanta que no logra ser comprendida.

Esta historia que crea Lizardi me parece digna de leerse, releerse,  y recomendarse. Me llamó la atención la cantidad de personajes que cita de lo tan fundamentada no por nada Joaquín fue considerado mejor  escritor del país en el siglo XIX.

Alrep Solano





[1] http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fernandez_de_lizardi.htm
[2] Ídem.
[3] FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN. (2001) Don Catrín de la Fachenda. Noches tristes y día alegre. Edición Rocío Oviedo y Almudena Mejías. Madrid: Catedra.
[4] Ídem.
[5] Ídem.
[6] FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN. (2001) Don Catrín de la Fachenda. Noches tristes y día alegre. Edición Rocío Oviedo y Almudena Mejías. Madrid: Catedra.

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