Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

lunes, 22 de febrero de 2016

La pequeña mente de Azorín.

        Azorín, cuyo nombre completo es José Martínez Ruíz, Nace en Monóvar Alicante un 8 de Junio de 1873 y muere en Madrid el 2 de marzo de 1967, ya conocido por sus facetas de novelista, ensayista y crítico literario.

        Como una de las figuras más importantes de la generación del 98, Azorín centra su literatura en la visualización de España de manera conjunta y no de manera individualista, como parte de un movimiento renovador modernista.

        Dentro de Las confesiones de un pequeño filósofo, se pueden distinguir ciertas apreciaciones desde un punto de vista particular, pero que narran de manera global, una trivialidad de eventos que forman parte de la normalidad de las cavilaciones de un estudiante promedio.

        Se percibe una narración que trascurre de manera lenta, que logra la ilusión de un pensamiento que va acorde con la descripción del lugar en dónde se escribe el libro. Los aspectos descriptivos se presentan de manera detallada, con un vocabulario simple. Existe una amplia gama de imágenes no metaforizadas, que nos conduce a una especie de voz mental, que nos permite ver y hasta cierto punto sentir la percepción del mundo a través de los ojos del narrador.

        Se encuentran descritos en la obra, distintos pasajes que de una u otra manera resultaban importantes en la vida del protagonista, de cuyos eventos rutinarios evocaba a su capacidad reflexiva. Las percepciones que en aquellos momentos ocurren dentro de la mente del narrador, parecen colindar con la inocencia y la ignorancia de la niñez, recalcando en la necedad adulta de hacer entrar en un infante ideas doctrinarias que no le son de su incumbencia, ni importancia en aquellos momentos de su vida. Recalcándolo todo en la vertiente de un conocimiento obligado e incomprensible.

        Creo que la intención del autor con la obra, fue retratar de manera general todos los aspectos que se centraban en la realidad de Yecla como provincia y como escenario del desenvolvimiento normal de una persona promedio; exaltando con esto, elementos tradicionalistas y una verdadera esencia que trasforma el estado natural del pensamiento humano; de cómo incluso en un lugar recóndito, son impuestos los aspectos que exige la sociedad moderna.


        Aunque no llegan a una profundidad incisiva, como vemos en narraciones de éste tipo, como  En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, en cuyo primer tomo Por los caminos de Swann, hace una descripción exhaustiva que evoca no solamente elementos físicos del ambiente, sino personales del autor, o en el caso de Las Tribulaciones del estudiante Törless en cuyas reflexiones están centradas niveles de la naturaleza humana mucho mas complejas. Aquí Azorín juega con los elementos reflexivos de un estudiante promedio que pese a su capacidad perceptiva, no escapa de los parámetros de la normalidad. Creo que de aquí viene a relucir el sentido profundo del título de la obra, que refleja la verdadera esencia de un escenario común y de un personaje con la profundidad cautivante de una persona que vive inmerso en su realidad.

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