Han pasado ya
tres años desde la última vez que te vi, tres años desde que tuve que
acostumbrarme a tu ausencia, tres años
en que he anhelado observarte, escucharte, sentirte… 36 largos meses se han
cumplido desde que te fuiste y nunca regresaste, desde que mi corazón late más
lento con la ilusión de nunca olvidarte.
En este tiempo he visto transcurrir la vida sin detenerse ni
un segundo, se han vendido potreros
en los que algún día caminaste para construir casas donde habitan
personas que jamás conocerás, he pasado por lugares que solía visitar contigo
sólo para darme cuenta que han sido invadidos por oxxo´s y kioskos, me he
detenido a contemplar cómo a las masas les importa un bledo que yo te haya
perdido, cómo se siguen construyendo edificios, cómo se llenan los campos de
invernaderos, cómo se inauguran centros comerciales, tiendas, colonias,
iglesias… y me ofende ser yo la que se de cuenta de ello y que tú no puedas
contemplar a mi lado la trasformación del lugar que dejaste.
Han pasado tantas cosas que, como muchas
personas creen, tal vez ya sepas aún así quiero contarte algunas que considero
de tu importancia. Tus hermanos han
enfrentado crisis que por tu ausencia se han complicado pero lo que más me
impresiona de ellos es que a pesar de la distancia que los separan de ti, no
descartan lo que posiblemente hubieras
opinado, sé siempre te amaron pero ahora
soy testigo de que te has convertido en
un ídolo para ellos. Tú madre, a razón de la muerte de tu padre es una mujer aún
más fuerte y sabia que como la conociste sin embargo, es inevitable distinguir
en su rostro lo que sufre al recordarlos.
En el hogar que creaste, las cosas van mucho mejor que aquellos oscuros
primeros días, mi mamá está más tranquila, tu hijo lo percibo mas centrado y
sereno; el nieto que conociste esta
mucho más grande y qué crees, aprendió a
andar en bicicleta en un solo día, acá entre nos, a mi me contó que lo logró
sólo con recordar tu fuerza y perseverancia, ahora no solo es él, nació otro
que no dudo que te hubiera deslumbrado
tanto como el primero, él lleva tu nombre seguido de otro y como no te conoció
no dejamos de enseñarle lo que fuiste y serás para nosotros… ¿Recuerdas como me
insistías para que tuviera un hijo? Recuerdo un día que me dijiste: “no me
quiero morir sin conocer un hijo tuyo”, pues
hace un par de meses descubrí que estoy embarazada así es que pronto cumpliré
ese deseo tuyo, estoy muy feliz al saber que podré educarlo (a) con lo tú me enseñaste y al mismo tiempo me aflige
darme cuenta que no podrás compartir
momentos con él o ella.
¿Sabes? que siga pasando el tiempo me hace
temer olvidarte, temo que mi cerebro se sature de imágenes que remplacen la
tuya o de sonidos que me hagan olvidar tu voz pero hay algo que debo
agradecerte y es que hayas sido tan amigable, sincero, solidario, trabajador y
honesto pues eso logró que muchas
personas te apreciaran y respetaran, personas que ahora te recuerdan con admiración
y cariño, esto me hace pensar que si mi mente en algún momento me traiciona sé
que habrá alguien que me ayudará a recordarte.
Papá, dónde sea que estés y si es que de
alguna forma puedes leerme quiero que sepas que siempre sentiré orgullo de
amarte y de ser tu hija.
Alrep Solano
No hay comentarios:
Publicar un comentario