Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

lunes, 25 de julio de 2016

Carta a mi padre


Han pasado ya tres años desde la última vez que te vi, tres años desde que tuve que acostumbrarme a tu ausencia,  tres años en que he anhelado observarte, escucharte, sentirte… 36 largos meses se han cumplido desde que te fuiste y nunca regresaste, desde que mi corazón late más lento con la ilusión de nunca olvidarte.

 En este tiempo  he visto transcurrir la vida sin detenerse ni un segundo,  se han vendido  potreros  en los que algún día caminaste para construir casas donde habitan personas que jamás conocerás, he pasado por lugares que solía visitar contigo sólo para darme cuenta que han sido invadidos por oxxo´s y kioskos, me he detenido a contemplar cómo a las masas les importa un bledo que yo te haya perdido, cómo se siguen construyendo edificios, cómo se llenan los campos de invernaderos, cómo se inauguran centros comerciales, tiendas, colonias, iglesias… y me ofende ser yo la que se de cuenta de ello y que tú no puedas contemplar a mi lado la trasformación del lugar que dejaste.

  Han pasado tantas cosas que, como muchas personas creen, tal vez ya sepas aún así quiero contarte algunas que considero de tu importancia.  Tus hermanos han enfrentado crisis que por tu ausencia se han complicado pero lo que más me impresiona de ellos es que a pesar de la distancia que los separan de ti, no descartan lo que  posiblemente hubieras opinado, sé siempre te amaron pero  ahora soy  testigo de que te has convertido en un ídolo para ellos. Tú madre, a razón de la muerte de tu padre es una mujer aún más fuerte y sabia que como la conociste sin embargo, es inevitable distinguir en su rostro lo que sufre al recordarlos.  En el hogar que creaste, las cosas van mucho mejor que aquellos oscuros primeros días, mi mamá está más tranquila, tu hijo lo percibo mas centrado y sereno;  el nieto que conociste esta mucho más grande y qué crees,  aprendió a andar en bicicleta en un solo día, acá entre nos, a mi me contó que lo logró sólo con recordar tu fuerza y perseverancia, ahora no solo es él, nació otro que  no dudo que te hubiera deslumbrado tanto como el primero, él lleva tu nombre seguido de otro y como no te conoció no dejamos de enseñarle lo que fuiste y serás para nosotros… ¿Recuerdas como me insistías para que tuviera un hijo? Recuerdo un día que me dijiste: “no me quiero morir sin conocer un hijo tuyo”,  pues hace un par de meses descubrí que estoy embarazada así es que pronto cumpliré ese deseo tuyo, estoy muy feliz al saber que podré educarlo (a) con lo  tú me enseñaste y al mismo tiempo me aflige darme cuenta  que no podrás compartir momentos  con él o ella.

  ¿Sabes? que siga pasando el tiempo me hace temer olvidarte, temo que mi cerebro se sature de imágenes que remplacen la tuya o de sonidos que me hagan olvidar tu voz pero hay algo que debo agradecerte y es que hayas sido tan amigable, sincero, solidario, trabajador y honesto pues eso logró que  muchas personas  te apreciaran y respetaran,  personas que ahora te recuerdan con admiración y cariño, esto me hace pensar que si mi mente en algún momento me traiciona sé que habrá alguien que me ayudará a recordarte.    


  Papá, dónde sea que estés y si es que de alguna forma puedes leerme quiero que sepas que siempre sentiré orgullo de amarte y de ser tu hija.  



Alrep Solano

No hay comentarios:

Publicar un comentario