Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

jueves, 21 de abril de 2016

La última Niebla

        Pocos autores están en boca de todos. Muchas obras, pasado el tiempo se mueven en círculos quedando veladas a nuestros ojos, así que siguiendo la línea de recordarlas, me viene a la mente una de ellas, La última niebla, de María Luisa Bombal.

        La última niebla, fue publicada en 1935 y es una narración en primera persona que cuenta la historia de la infidelidad de una mujer.

        El ambiente es de tinte antiguo y campestre, se desarrolla en una comunidad aparentemente pequeña. Ella, la mujer que protagoniza la historia vive en una casona antigua, en compañía de su suegra y otras gentes. No se sabe su nombre, solo que es una mujer hermosa, que de forma objetiva aprecia la belleza de su cuerpo. Una mujer liberal que se siente agradada de sentirse viva y que no muestra la más mínima culpa de arrepentimiento por lo que hace a su indiferente marido.

        Su esposo Daniel, resulta también ser su primo y es una persona dedicada a su trabajo, descuidado en su relación personal ya que sus deseos, parecen estar dirigidos a personas de su mismo sexo. En la casona, también habita su suegra; una mujer abnegada, sin mayores sobresaltos, y Regina, que se queja constantemente del temperamento de los hombres, es una mujer de trasfondo dulce, que al parecer se asusta un tanto del “candor” de nuestra protagonista. Hablando levemente del aparecido amante; es moreno, de especiales ojos claros, por los que la protagonista se siente gravemente atraída.

        El contexto bajo el cual se desarrolla la historia, plantea la imagen del varón destinado a trabajar, mientras la mujer, se dedica únicamente a complacer sus caprichos y las labores del hogar. La niebla, es un elemento constante que aparece dentro de la historia, de forma caprichosa, un elemento con el que la protagonista relaciona constantemente el curso de su vida.

        La ultima niebla, comienza con una mujer que tiene una revelación de sí misma mientras se baña, que descubre su belleza y se da cuenta de que su vida es una tanto simple. Se comprende dentro de una vida de curso inexorable, experimentando el “dolor” de la vida rutinaria y la represión de sus deseos. Mientras duerme se siente agotada y decide salir a caminar, ante la indiferencia de su marido se marcha perdiéndose entre la niebla, en dónde encuentra a un desconocido que la invita a su lecho, y ella sin más, simplemente acepta. Aquella noche ella tiene una aventura que recuerda durante los años venideros, envejece un poco, la vida sigue igual, su marido y su indiferencia. Sin embargo en secreto ella sigue recordando aquella noche, como si fuese apenas ayer y vive un sentimiento profundo de amor a aquella persona y un orgullo descarado por lo que hizo.

“He conocido el perfume de tu hombro y desde ese día soy tuya. Te deseo. Me pasaría la vida, tendida, esperando que vinieras a apretar contra mi cuerpo, tu cuerpo fuerte y conocedor del mío, como si fuera su dueño desde siempre. Me separo de tu abrazo y todo el día me persigue el recuerdo de cuando me suspendo a tu cuello y suspiro sobre tu boca”. [1]

        Durante una ventisca, ella tiene de nuevo un encuentro con su amante, y desde ese momento comienzan a verse de nuevo. Pasan los días y ella no se siente contrariada, por el contrario se siente orgullosa de sentirse amada y deseada. Como persona, como individuo, como mujer y no como únicamente un objeto. Siente el vigor de la vida corriendo por sus venas, el deseo y la pasión que la hacen desear morir de tanto amar la vida.

        La protagonista no tiene un pensamiento trivial como el de cualquier persona, posee un tinte poético, el  reflejo de un alma que mira la vida de una forma distinta. Constantemente relaciona los hechos rutinarios con un concepto abstracto; plantea una relación que la lleva a ver belleza dentro de su mundo. Es una mujer que vive en paz con aquellas personas que aceptan su normalidad, que da rienda suelta a los pensamientos y fantasías en su mente, en ella, su feminidad está cargada de sensualidad.


        La ultima niebla es el claro ejemplo de una mujer que busca dentro de si misma lo que no puede obtener en el medio en el que se desenvuelve, es la historia de una mujer fuerte y con una mentalidad y pensamientos propios. La imagen que tiene de sí misma es la de una mujer hermosa, que experimenta su sexualidad de forma plena e intima sin avergonzarse ni autocensurarse por los pensamientos y deseos a los que se ve sometida. Es una mujer en busca una realidad mejor que la que la vida le ofrece, una mujer que siente y vive de forma grata y no solamente con las exigencias que la sociedad le impone.







[1] La última niebla. María Luisa Bombal, Fragmento.

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