Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

martes, 5 de abril de 2016

Puntualidad


“Los detalles en su conjunto hacen la diferencia”, es cierto, pero dentro de los detalles hay uno que podría ser resultado de un conjunto de grandes cualidades; dejando así, de ser solo un detalle, y ese a mí parecer es el simple detalle de la puntualidad. Sí, eso que tal vez la mayoría de los mexicanos solo conozcan en la teoría y no en la práctica desafortunadamente, eso que no solo significa llegar a tiempo si no también hacer las cosas en tiempo, este es en definitiva un concepto o principio que en nuestros contextos parece la gente solo conocer como palabra y no como acciones.

Qué cosa tan sencilla parecería llegar a la hora ¿no es así?, sin retrasos ni excusas, y no veinte o quince minutos tarde o ni mencionar ya siquiera el faltar completamente a la cita como mucha gente lo hace. Algo que parecería tan insignificante encierra una gran profundidad que refleja nuestros defectos como personas y como sociedad, un detalle que demuestra de manera simple porque desde los principios más básicos algunas sociedades crecen y destacan y otras solo se estancan. Solo detente a pensarlo por un segundo, ¿qué sociedades son reconocidas por ser puntuales?, y te aseguro los nombres vinieron rápido a tu cabeza, los ingleses seguramente, los japoneses, los suizos, los alemanes, los holandeses etc, etc… Podría nombrar varias más, pero no hace falta para demostrar mi punto, estos países en los que pensaste, estas culturas ¿quiénes son en el mundo?, ¿en dónde están colocadas?, y la simple pero gran casualidad que encontraremos es que son todas culturas de primer mundo. Cada una, no hay una sola que escape a esta relación en tener un principio como la puntualidad y ser un país primermundista, y la pregunta entonces es simple… ¿Por qué? ¿Porque esta relación? ¿que esconde el principio de la puntualidad como reflejo del éxito? y es ahí que la puntualidad deja de ser algo simple para convertirse en el resultado de no una o dos, si no de varias grandiosas cualidades.

Lo primero sería deducir que impulsa la puntualidad, que la hace aparecer como un objetivo para que con el tiempo se convierta en un hábito, y desde mi perspectiva solo hay dos motivos, uno, “que lo que digas se cumpla”, a eso llamo ser integro desde la raíz, es fácil pronunciar palabras pero, apegarte a ellas, cumplirlas, es otra cosa, pero aquellos que expresan una hora, un lugar y dictan su presencia en ese tiempo y espacio y lo cumplen, es porque sus palabras los comprometen, porque asumen esa responsabilidad con seriedad, no a la ligera, no sin interés como si fuera cualquier cosa, y si traspasamos ese detalle a los demás aspectos de la persona, nos encontramos con un hombre o mujer integro en sus principios, en su moral, con palabra, cosa que para los abuelos, los de moral recia, puede valer más que cualquier cosa. Y Segundo, una conciencia y respeto hacia las personas en general, el tener el simple sentido común de ser respetuoso con el tiempo de los demás, con el saber que a nadie le gusta esperar,; para aquellos que nos hemos quedado por más de treinta minutos esperando una cita saben a lo que me refiero, los minutos cuando los esperas a que pasen, se hacen largos y pesados, la percepción del tiempo cambia completamente cuando uno está en espera, podemos pasar horas dentro de una tienda mirando y probando un sinfín de cosas, y el tiempo no importa, pasa volando, pero cuando hacemos fila, cada minuto parado esperando es terriblemente desesperante ¿no es así? lo mismo aplica para cada vez que esperamos, cualquier circunstancia, sean asuntos personales o de negocios, claro, con la gran diferencia que cuando se trata de estos últimos, ese pequeño detalle puede ser determinante para su éxito. Ahí nos volvemos hipócritas, el interés tiene pies, creamos un valor en base a lo monetario y lo material y no en base a lo intangible de la integridad y del valor en sí, pero por más lamentable que suene, así es.


Un detalle lleno de cualidades, un mero y pequeño reflejo de toda una forma de ser y vivir, así interpreto a la puntualidad, y será el día que como sociedad tomemos estos simples detalles como grandes concepciones, el día que comenzaremos desde las cosas simples, que a veces son las más difíciles de hacer, el día que exista una verdadera oportunidad para los grandes cambios, aquellos que comienzan con la simpleza de llegar a tiempo, de llegar a la hora…de ser, puntuales.


Victor J. Mendoza Seda

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