Vívida y taciturna
la sombra es;
la sombra es;
una
bóveda que guarda secretos,
siluetas
cambiantes
unidas
como una cometa a los pies.
Pero
la tuya se ha desprendido,
ahora
vaga entre la puerta de mi casa
y
el marco de la ventana.
En
el buró cerca de mi cama
detrás
del espejo cada mañana.
Así
la arrastro, unida a la mía
aferrada
como un gato
araña
cuando baja y gime y llora
y
me destroza el alma.
Se
sienta por momentos a mi lado
y
se posa sobre las letras del libro que leo
se
acuna detrás de mis piernas encorvadas
escondiéndose
como un niño en mis faldas.
Se
me queda mirando como un perro
y
me sigue hasta en los sueños
se
cuelga, me tira, me hala y me ahoga
me
quedo sin aire en el aire,
flotando
con ella
me
arrastra
contigo.
A
ese mundo vago e iracundo
a
esa imagen de terror nocturno
a
tu voz ahogada en cólera
a
las flores
a
las palabras
al
amor
que
se muere
que
moribundo muere con ella
con
esa sobra...
que
se aferra.
Gato Negro
No hay comentarios:
Publicar un comentario