Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

jueves, 25 de mayo de 2017

Todo se mueve


      Pensemos un momento en la sensación que nunca percibimos. En el fenómeno que nos lleva de un día otro, de un ciclo a otro. Las manos antiguas descubrieron que la rueda era el artefacto correcto, la base fundamental de una civilización.

       Así como ese inventor desconocido talló una roca, el universo también hizo y hace los mismo todos los días. Es redonda la esfera que nos contiene, es redonda la esfera que nos da luz y es redonda la idea del lapso cíclico de las cosas. Todo lo que empieza tiene un final, en la destrucción de algo siempre encontramos el nacimiento de otra cosa. Sabio es decir, que la materia no se destruye, solo se transforma.

         Aprendimos a medir la vida en períodos de tiempo. Medimos la existencia, la circunferencia de un cuerpo, una etapa, y el curso metafórico de un alma. Las experiencias cuentan como comienzos y finales. De pronto ese circulo se bloquea, se queda estancado dando vueltas, hasta que encontramos la forma de salir y todo cambia. La historia se escribe trazando una curva nueva, e intentamos a veces inútilmente— instruirlo y moldearlo, pretendiendo que quede bonito, a nuestro gusto. Al final seamos conscientes o no, igual comienza todo de nuevo.

         La percepción de esos círculos se mide en años y días. Miramos atrás obteniendo información precisa, somos artesanos de nuestra vida, del impresionismo de los momentos que experimentamos siempre y los desconocidos.

          La información se guarda en capsulas de tiempo, en objetos que se hacen obsoletos, en memorias, en nuestros dedos, en el color de nuestra piel e incluso en la forma que ahora el ser humano camina erguido. Las cosas se advierten seamos o no participes de nuestro destino. Todo gira por que el circulo es lo más cercano a lo perfecto, es un comienzo y un final. Va y regresa el aire, el correr de nuestra sangre, los impulsos eléctricos. Todo se trasforma, muta, cambia, termina e inicia. Eternamente.


A.I. Mendoza Seda



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