Estuve pensando y repensando de
qué tenía que hablar en este artículo, cuál era la palabra elegida, miré la
calle, alguna que otra persona pasar, no vi nada interesante que me hiciera
encontrar un camino, voltee hacia dentro y vi la casa, el gato estirándose, el
perro dormitando, nuestro hogar, que parecía estar bostezando, modorro y
aburrido, sin nada importante que hacer, al igual que nosotros. Comencé a
hacerme algunas preguntas ¿Qué es un hogar? ¿Qué significa la palabra hogar?
¿Cuántos tipos de hogares existen?... tratando de tomar una base para
encontrar esas respuestas, busqué el significado de hogar en un diccionario que
tenía a la mano. Decía: Casa o domicilio. Vida de familia. Sitio donde se quema
combustible para producir calor destinado a la calefacción o a ser
trasformado en otra forma de energía. Comencé a pensar en todos los
significados y las posibilidades se abrieron aún más.
El hogar es una casa, pero una casa o un
domicilio por sí solos no son un hogar, hogar es algo más sustancial, tiene que
ver con la vida, es decir, una casa abandonada no puede ser un hogar. Un hogar
puede ser habitado por uno solo o por muchos, por únicamente seres humanos, o
por humanos, animales y plantas. Es aquel donde hay calor, donde se respira,
donde hay sudor, olor, aliento, movimiento, color, células muertas y vivas,
voces, silbidos, balbuceos, gritos, silencios que nacen de la vida. Algo
muy importante para que sea un hogar, es la permanencia de los mismos
elementos, pueden adherirse nuevos, pero no pueden acabarse, cambiar de
posición o de forma pero nunca acabarse, eso sería el fin de un hogar. Otra
cosa que se suma a la lista indispensable de un hogar es que no puede existir
sin la monotonía y la costumbre.
Hay una diversidad infinita de hogares
tanto de forma material como de esencia. Hay hogares pequeños donde viven la
mayoría de la clase baja del mundo, los hay al aire libre, inciertos, con mucho
frio y sol, ese es el hogar de millones y millones de vagabundos. Los hay
acomodados, recién pintados, con sala, cocina y uno o dos cuartos, ese es el
hogar de la clase media, los hay de madera, techo de lámina o teja, con grandes
extensión de tierra alrededor, rodeados de vacas, chivos, caballos, gallinas,
perros, eso es generalmente el hogar de mucha gente de campo. Los hay
sencillos, humildes, portentosos con luces por todos lados, hay otros
solitarios y austeros; un cuarto y un baño ¿para qué más? Hay tantos tipos de hogares como tipos
de espíritus que habitan en ellos. Lo que es cierto es que el tamaño del hogar
no tiene nada que ver con la cantidad de seres vivos que lo habiten, puede
haber un hogar donde solo viva una persona y tenga más de tres baños, seis
cuartos, una cocina, un patio, una cochera, etc. Puede ser que existan hogares
sin techo, pero viven en él una familia entera, con cuatro perros, dos gatos y
una legión de cucarachas; es decir la forma física de un hogar no tiene nada
que ver con la esencia viva.
Lo que es
una verdad es que el hogar se trasforma a la par de los seres que lo habitan,
es una ley absoluta, no hay ejemplo más claro como el que hace el director
francés Michell Gondry en la película La
espuma de los días. En esta
película el hogar tan peculiar del protagonista sufre las consecuencias de lo
que le acontece a él mismo. El hogar con el cual empieza la película no será el
mismo al final de esta. En las primeras escenas hay música de Ducke Ellington,
el cocinero y sirviente prepara platillos deliciosos, directo de la pantalla de
un chef que vive en el refrigerador, hay un ratón que se la vive divirtiéndose,
comiendo grandes porciones de queso, el timbre puede andar como una cachorro
juguetón, el color abunda en el hogar, la luz, el sonido, el movimiento, esto
permanece así hasta la mitad de la película, pero al enfermarse la esposa del
protagonista la forma material y espiritual del hogar sufren una mutación. La
casa se empieza a llenar de una especie de telaraña, se va encogiendo, la
puerta es cada vez más pequeña, el timbre juguetón deja de sonar poco a poco,
todo se pone cenizo y viejo, la luz se extingue, ya no se escucha Ducke
Ellington con la misma frecuencia, el ratón ya no se divierte, se encuentra
ansioso y triste. El hogar se trasforma con la enfermedad de ella. Al final de
la cinta, ella muere, y con su muerte el hogar termina por destruirse por
completo. El hogar deja de existir porque sus habitantes también han dejado de
existir. Esta película es una metáfora de lo que es un hogar, de lo que
representa vivir en uno, muestra que la esencia de un hogar depende absolutamente
de la forma de vida que le de energía.
Para
concluir este artículo defino que un hogar es la parte física y espiritual del
rastro del día a día, el hogar al igual que nosotros evoluciona, se va quedando
chimuelo y viejo, le van faltando partes, tiene humores, se ríe con nosotros,
llora con nosotros, come lo que nosotros. El hogar es la sinfonía que crea la
permanencia viva, así desde lo minúsculo hasta lo gigante se van construyendo
hogares ¿no es el universo un
hogar de hogares?...
Trompa de Mosca
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