Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

jueves, 7 de enero de 2016

VIDA DE PERRO



             En la actualidad la mayoría de las personas tiene al menos un animal doméstico, un pájaro, un pez, un hámster, un gato; pero es más común que sea un perro. “El perro fue probablemente el primer animal en ser domesticado. Y ha acompañado al ser humano durante unos 10.000 años”.[1] Pese a que la domesticación fue producto del ser humano tal vez por la necesidad de la compañía, tanto personal como laboral, pero esto se ha salido de control y existen hoy en día diferentes tipos de  perros y no me refiero a razas (aunque también hay un buen número) sino a su posición “social” o mejor dicho a la posición en que la sociedad los ha colocado.

             La inconciencia de la sociedad ha provocado una sobrepoblación de estos animales y en consecuencia, ha convertido a algunos de estos especímenes en seres privilegiados y a otros  desafortunados, dándoles a los primeros, vidas algunas veces envidiables y a los segundos,  circunstancias que provocan lastima. Cierto es que los perros son animales inteligentes,  fuertes, fieles y cariñosos pero también es cierto que necesitan comer, beber y ser queridos como cualquier otro ser vivo. 

             Haciendo una analogía con el status social de los humanos, si analizamos un poco, también  podemos ubicarlos en la clase alta, media o baja.

     Hay perros que al igual que algunos humanos, nacieron como vulgarmente se dice “en charola de plata” lo que quiere decir, que no tienen la necesidad de trabajar para ganarse la vida. Estos perros se caracterizan por estar extremadamente “chiqueados”, algunas veces visten trajes hechos a la medida, con accesorios finos y por ende caros;  gozan de ser atendidos en hospitales, estéticas e incluso en restaurantes de prestigio; nunca sufren de hambre o sed y no suelen esforzarse demasiado por el humano que les da de tragar… Por supuesto que me refiero a la clase alta perruna, suelen ser de razas finas y muy pocas veces tocan el piso con sus patas.

             Hay algunos que se ganan la vida trabajando duro, por ejemplo: los que cuidan negocios, a otros animales, empresas, construcciones, etc. Ellos suelen recibir su sueldo transformado en un techo que improvisa una casa, por no decir, una simple sombra;  en alimento, que por lo regular se trata de los restos de la comida  de sus dueños; y si bien les va, en algunas caricias que representan cierto agradecimiento y cariño. Se caracterizan por estar amarrados (con una cadena o soga) de día y sueltos de noche. Cabe mencionar que son perros nobles y fieles a sus dueños, esperan verlos de nuevo para recibir lo poco que se les ofrece a cambio de su trabajo, o simplemente para sentir que han logrado lo que se espera de un perro. En esta clase media perruna, entran también los que trabajan no tan duro pero que a fin de cuentas dejan ver su habilidad canina al mostrar sus colmillos y ladrar cuando cuidan las casas (en las que también suelen vivir), autos (en los que casi siempre viajan) o pertenencias (con las que conviven) de su dueños. Suelen tener correas, pecheras, alguno que otro juguete, una cama o espacio definido y trastes donde siempre hay agua y comida. También es muy común que estos perros los saquen a caminar o a correr.

    La clase baja perruna vive al día tratando de conseguir trozos de comida, charcos o cualquier líquido que se pueda beber, suelen ser perros que nacieron en la calle o que fueron abandonados. Con frecuencia se le ve afuera de carnicerías, de taquerías o de cualquier negocio de comida, siempre esperando el descuido del que sirve, o un gesto de compasión del comensal.  Los que fueron abandonados por lo  regular visten ropa desgastada y sucia y algunas veces traen puesto un collar; los que son “del barrio” no los cubre más que su sucio y enredado pelo, son perros bravos, desconfiados, de mirada triste…. unos te siguen, moviéndote la cola o haciendo pequeñas gracias para conseguir un apoco de comida.

         Afortunadamente el parecido no llega a tanto, a fin de cuentas “son perros”, no les preocupa el dinero, ni la escuela, ni llegar temprano al trabajo. Les interesa un comino las banalidades de la vida, se recuestan bajo el sol el tiempo que les parezca necesario. Ser de la clase alta, mediana o baja les representa lo mismo a lo hora de roer un hueso, al dormir cuantas veces quieran y donde quieran. Por azares del destino sus errores suelen ser culpa del humano y es el humano también el culpable de que pueda existir tal clasificación. Quizá ellos no envidian la vida de un humano pero sin duda los humanos, más de una vez hemos pensado al ver recostado a un perro a medio día mientras se trabaja… ¡qué vida de perro!     




Alrep Solano



[1]http://www.nationalgeographic.es/animales/mamiferos/perro-domestico

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