Hay
quienes dicen que la vida es un círculo, que todo vuelve, que todo se repite,
parece que están en lo cierto. No hace mucho tiempo la necesidad laboral
me llevó a buscar trabajo con urgencia, el campo fue lo más inmediato. A las
cinco, cuarenta y cinco de la mañana me recogió un camión amarillo y me
llevó al punto de reunión donde tomaríamos otro bus para llevarnos al
invernadero correspondiente, el lugar era un lote baldío. Más de una docena de
camiones aguardaban el momento de partida. Esa mañana invernal, el frío y la
gran aglomeración de personas, me parecían el montaje ideal para una película
del holocausto. Todo aquello me llevó a hacer comparaciones, lamentablemente me
di cuenta que no hay gran diferencia, desde aquella época y desde antes y hasta
ahora ha habido siempre alguien que manda y una gran mayoría de subordinados
que obedecen. La sociedad a lo largo de la historia se ha sostenido con
ese sistema.
Hubo reyes y esclavos, y las
inconformidades y las guerras que se han desatado en busca de la abolición de
este sistema lo único que han logrado son nuevos sinónimos, ahora son
gobernantes y pueblo, empresarios y trabajadores, pero salvo el cambio de
nombre el sistema sigue siendo el mismo: el “superior” que exige y los
“inferiores” que cumplen sus caprichos.
Las situación laboral actual es
lamentable, principalmente para la clase baja, los sueldos apenas son
suficientes para cubrir las necesidades básicas de vida, gran parte de las
empresas ni siquiera otorgan las prestaciones de ley, y el gobierno viciado en
corrupción y ocio difícilmente se preocupa por procurar el bienestar de los
trabajadores. Cómo se enfrenta un trabajador a su patrón cuando es un ser
remplazable, cuando a pesar de que el sueldo sea bajo y no tenga ninguna
prestación hay tras él una larga fila esperando por un puesto al menos con esas
condiciones, y quien lo respaldará, si las instancias que rigen estos asuntos
están ocupados haciendo favores a las empresas.
Parece que fueron en vano las muertes de
Hidalgo y Morelos, porque mientras más se aleja el tiempo de ese punto más se
acerca la situación al mismo momento histórico, las empresas se buscan reducir
costos incluyendo la mano de obra, los gobernantes se empeñan en enriquecerse
aceptando mordidas creando fraudes, imponiendo impuestos, y al ciudadano no le
queda más que malbaratar su trabajo y su patrimonio, entregar su vida a un bajo
precio, y más que a vivir dedicarse a sobrevivir.
Edgardo Aguilar
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