Dicen los
católicos que la culpa es nuestra...
Acertada aseveración, lógica.
Experimentar culpa es un sentimiento normal, casi
cotidiano, tanto, que incluso la vemos reflejada en los ojos del perro cuando
destroza algo.
Nunca he experimentado culpa placentera, esa bazofia la inventó
alguien que no tenía nada mejor que hacer que complacerse. La verdadera culpa,
viene con un sentimiento ausente, doloroso, sofocante. Nuestras acciones nos definen, no si creemos en
espíritus mitológicos que nos libraran de todo pecado o enviarán lo que queda
de nosotros — si es que queda algo — a una dimensión paradisíaca o caótica. A
veces herimos, con la palabra o las acciones, a veces dejamos de hacer y eso es
suficiente. No ayudamos cuando podemos y ponemos tantos pretextos. La realidad
es que cuando la intención está, los recursos no son problema. Auxiliar a un
ser necesitado, requiere únicamente del querer.
Suspiré cuando vi tus ojos tristes y tú llanto y mis labios se
tensaron, mi mirada se apartó de tu cuerpo frágil e inocente y seguí mis
pasos, dejándote atrás, sabiendo que estabas asustado y hambriento, sabiendo
que en mis brazos había algo para ti...
La triste realidad es que las personas se cansan de
ser buenas. Se cansan de siempre ser ellas; se corrompen, sus corazones se
rompen, son abusadas, exprimidas, hasta que no queda más que una
caminata lenta y una mirada triste, y culpa...
La bondad de los ángeles no es infinita...
La bondad de los ángeles no es infinita...
Mucha culpa...
A.I.Mendoza Seda
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