Alatum



"Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan
todo su entendimiento es su garganta."

Octavio Paz

viernes, 3 de marzo de 2017

Papalote



En este momento soy un papalote sin hilo. Voy volando por el cielo, los cachetes me parpadean, me arden los ojos y los pies hacen como que nadan. Digo adiós cuando puedo, miro a las personas que se pierden entre hormigas. A veces logro dormir en el aire, casi nunca porque es difícil volar dormida. Olfateo el montón de casas, en su interior las familias cocinan, qué bien ha de saber ese chocolate en leche acompañado con conchitas, con el bolillo recién horneado, el caldillo de los frijoles de la hoya, el vaso de coca cola bien frio, las risas mientras parten la tortilla para poder pescar la sopa de huevo; bello y dichoso. Saboreo sus abrazos, admiro los momentos desapercibidos, el llanto de los bebes, las madres que regañan mientras recogen zapatos mal puestos, los suspiros de los perros que duermen todo el día.

Le digo adiós a la preciosa casa del bulevar, a sus orillas abandonadas, al almendro, a los recortes de la pared de mi viejo cuarto, a los escalones de metal donde me senté a fumar, a la regadera donde lloré y tuve sexo conmigo misma o con la imagen de Dani Day Lewis.

Sigo volando como un papalote sin rumbo, vuelo por los aires mientras saludo a los pájaros que van en parvada. Yo no sé volar. Yo sólo me rehúso a que la fuerza de gravedad me atrape, me rehúso a que el cerebro devore mis tripas, a que mi entraña se extinga, a que el calentamiento global la erosione. A que mi libertad interior se dejé de cosechar, a que el vació se llene de humo obscuro, a que mis pulmones no puedan respirar vida. A eso me rehúso, a encallar contra un muro que sea más fuerte que yo.


Así que me estiré, me estiré hasta abrazar al viento, me agarré de sus brazos para que me llevara, para ser por un momento, por un trozo de vida un papalote suelto, de esos que enredan sus cabellos mientras las ropas se les rompen. Floté como un papalote que nació para que el aire lo mueva, que se aventura a descubrir los vientos del sur y del norte, que se divierte mirándole los calzones a las nubes. Si no me atreviera a ser un papalote no admiraría lo que mis han visto, lo que mi corazón aprecia con la distancia.


Trompa de Mosca



No hay comentarios:

Publicar un comentario