Aunque los
censos representan una posibilidad de acercamiento a una supuesta totalidad de
un elemento contado, por lo general siempre existen factores dispuestos a
transformar la exactitud de las cifras recabadas.
No niego que
algunas unidades producen estadísticas exactas, pero se requiere que los objetos
carezcan de ocupaciones que atender y de un área limitada, por ejemplo; si se
necesita saber cuántos galones de leche existen en el almacén de X tienda,
basta de valerse de un inventario para saber con certeza el número de unidades
con las que se cuenta, ya que los galones no tienen la capacidad para
trasladarse o no formar parte de dicha suma. Pero, cómo hacer para saber
¿cuántas personas hay en el mundo? Se estima –claro, que es sólo una suposición
que se logra tras recolectar estadísticas y predicciones por parte de
diferentes instituciones, que coinciden en lo imposible que es conseguir una
cifra fija, gracias a los nacimientos y muertes que a cada segundo se decretan
-que somos 7.229.916.048[1] … ¡Somos muchísimos!… Entonces,
¿Cuántos oficios se han tenido que inventar para saciar las necesidades de cada
humano que intenta sobrevivir en este planeta?... ¿Cuántos artistas
desconocemos? Y ¿Cuánto arte estamos condenados a no apreciar?
A través del
tiempo los seres humanos, han utilizado algunos recursos naturales para crear
objetos con la finalidad de expresar sus ansias estéticas, satisfaciendo de
este modo, tanto la vista del que contempla, como algunas necesidades del que
se vale de ellos. De ahí que algunas artes se hayan convertido en oficios destacados,
gracias a la capacidad del hombre para hacer cosas bellas con materiales
humildes, por ejemplo, lo que inició como pasatiempo convirtió a la
talla, la cerámica o alfarería, la cestería, herrería, cristalería,
orfebrería, etc. en artes finos que requieren de una técnica especial y un
amor al oficio excepcional, para lograr que el producto se convierta en una
obra de arte. Así lo que al inicio servía para decorar entornos, se perfeccionó
cada vez más hasta llegar al punto de tener que cumplir con los más
excéntricos caprichos “Un emperador chino del siglo X ordenó que se hicieran
sus tazas de té: azules como el cielo, límpidas como un espejo, finas como el
papel y sonoras como una campanita”. [2]
Los oficios hoy
en día representan no sólo las habilidades artísticas del trabajador, hoy no
sólo alimentan las necesidades humanas, ni se hacen en lugares predestinados.
Hoy los oficios no se pueden contar con los dedos de las manos, hay oficios
hasta de lo que no alcanzamos a imaginar; eso sí, para que cada uno de
ellos sea posible, se necesita más de uno de los humanos que habitamos
este planeta y cada tarea es posible gracias a técnicas que desconocemos, a
rutinas que no creemos capaces de existir y algunas veces a esfuerzos humanos
que sin duda son dignos de admiración. En este momento podemos voltear a
nuestro alrededor y descubrir objetos que han sido fabricados por más de un
artesano, podríamos decir que tenemos una galería de arte, y al mismo tiempo
aceptar que desconocemos más de uno de los oficios representados.
Por ello, en mis
siguientes dos publicaciones, trataré algunos oficios con la intención de
voltear la mirada a un mundo “aparentemente” desconocido…
Alrep Solano
[1] www.imujer.com
[2] (1984).
(Pag.15). NUEVA ENCICLOPEDIA TEMATICA. (Trigésima edición) México.
Editorial Cubre, S.A.
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