Si es bueno vivir,
todavía es mejor soñar,
y lo mejor de todo, despertar.
-Antonio Machado
Se dice que los tiempos de crisis son también tiempos de
descubrimiento; sabio Einstein al afirmarlo. En tiempos de crisis se reafirman
las posturas, se reconstruyen los pensamientos y se modifican los hábitos.
El ser humano representa el cúmulo de experiencias
circunstanciales que la vida le otorga pero también, su evolución conlleva el
conocimiento que proviene del otro. La docencia es este proceso que nos permite
crecer, trascender en el conocimiento y en el tiempo.
Un claro ejemplo de lo que el paradigma de la docencia
representa, es la película La
lengua de las mariposas, filme
español realizado en el año 1999, clara descripción de conocimiento,
crecimiento espiritual y emocional. Pero ¿qué puede dejar a la actualidad una
película que se centra en la educación tradicional? Integrando un contexto más
claro, este filme acontece en la guerra Civil española, donde los intereses de
la burguesía y el dogma religioso imperaban. La represión de un pueblo es la
manera indirecta para reconstruir a un monstruo económico a través de eliminar
los intereses del vulgo. Y el pueblo mientras tanto retrocede, se apacigua con
la amenaza escueta de represión. “En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.” (Machado,
Antonio. 1936) la educación era el enemigo más fuerte contra el que se
enfrentaban.
Hablar de La
Lengua de las mariposas es
constatar que la educación no deja de ser el arma principal para
conseguir libertad, que el conocimiento compartido es el que retoma
fuerzas para ser más que aprendizaje; de convertirse en fuerza. Don
Gregorio es quien dibuja el personaje principal de esta trama y es también
quien nos permite reflejar nuestro futuro.
Don Gregorio, representado como un maestro poco
convencional, en los tiempos en los que España se encontraba sumergida en la
precariedad y la falta de ideales. Es este personaje quien comienza a darle
vida a Moncho, un niño dividido entre la ideología de los padres y sus
preguntas existenciales. ¿Qué representa la educación para estos dos
personajes? Para el maestro la oportunidad de liberar un país reprimido, para
el alumno una visión más clara que convence por sí sola, que le permite renacer.
La trama principal de la lengua de las mariposas no es
solo el conflicto bélico de España, sino el sincretismo de religión, progreso y
libertad. “Los conceptos son de todos
y se nos imponen desde fuera; las intuiciones siempre son nuestras.” (Machado, Antonio,1936) es la
voz, la intención y la determinación de un pueblo quienes dan la pauta para la
corrección de las instituciones en un país. Este punto es el que debía ser
transmitido a las nuevas generaciones.
La lengua de las mariposas es ese
símbolo infinito en el que se refleja el conocimiento, mientras éste circule
activamente, permanecerá modificando los pensamientos, permitiendo reflejar los
ideales y eliminando el conformismo.
Fue tanto lo que la voz de Don Gregorio
marcó a Moncho que amplió su panorama sensorial, le mostró una realidad que
permanecía en la oscuridad y que obligado por la blandenguería política de los
padres intentó esconder. Moncho es ese ideal en el proceso educativo; marcar
tan profundo a los estudiantes que no les sea tan fácil alejarse de lo que
terminó convenciéndolos. Por eso, las palabras finales que este niño soltó al
aire fueron: espiritrompa, ornitorrinco…
Julieta Oliva Cuevas
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