Son dos seres unidos por el destino o la casualidad. Sin embargo somos una de esas especies que considera encontrar esa mitad perdida como parte de un propósito de vida.
La soltería tiene sus consecuencias y ventajas, y pese a eso pareciéramos caer en la presión social de decidir por ese alguien, por esa persona. Pero no todos son iguales, y así como el sueño de muchos es formar una familia, para otros, es cuestión de poca atención. Los niños que nacen bajo circunstancias previstas son cada vez menos, la mayoría somos resultado de un "simplemente pasó" y aunque ello no desmerece el amor incondicional de una madre, me pregunto si la creación del ser humano responde a ello, un accidente.
Existen mujeres sin instinto maternal en ellas, y sabemos de antemano que la predisposición genética nos hace ver a un niño adorable, pero aun así allí están. No son carentes de sentido común sin embargo.
El pensar elegir a alguien, el pesar tener hijos para aliviar la soledad, para disponer de alguien que nos cuide cuando viejos, parece sumamente interesado y egoísta. Para algunos como siempre, el dar solamente por dar, es tarea difícil...
Gato Negro
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